5 de julio de 1995Olivier Dupuis
SUMARIO: Breve, concreto recuerdo-conmemoración de ideas e intentos en común, de intensa militancia civil y política.
La primera vez que oí hablar de Alex Langer, fue a principios de los años ochenta. Por aquel entonces en el partido radical se estaba saboreando el increíble éxito de la lista NEU LINKS-NUEVA IZQUIERDA que, casi obligado por Marco Pannella, Alex había acabado por aceptar y guiar. Era una lista trans-étnica. Un tema que siempre ha gustado mucho a Alex. Recuerdo una maravillosa intervención suya en 1987, en el 32 Congreso del Partido radical, que se titulaba "La parábola del Estado de Israel". Judío de origen aunque no "canónicamente", como decía él, le atormentaban los sufrimientos que el nacimiento de este Estado había podido crear, desde las "barreras étnicas contra los ciudadanos israelíes no judíos".
Desde 1991, cuando estalló la guerra en la Antigua Yugoslavia, los motivos de tormento se multiplicaron, pero también su compromiso. Con el Verona Forum que había creado, en el Parlamento europeo, Alex ha intentado valorizar a toda costa los ejemplos de convivencia ínter-étnica. Recientemente todavía, había organizado la visita a Estrasburgo de personalidades macedonias, del alcalde de Tuzla. Tras la sesión parlamentaria, se las llevaba de paseo a Bolzano, para enseñarles como vivía su ciudad, una ciudad, precisamente, ínter-étnica.
A menudo no estábamos de acuerdo con él. Aunque casi nunca con respecto a los objetivos. La mayoría de las veces sobre el método, la estrategia. Alex solía preferir brindar testimonio a lograr el objetivo. Como por ejemplo con la propuesta de la adhesión de Bosnia a la Unión europea, sobre nos la que habíamos peleado y todo. Alex quería que se votase, a toda costa. Luego, testarudo como era, en la sesión de junio introdujo una enmienda. Y acabamos perdiendo a lo grande.
Estuvimos juntos en Cannes, la semana pasada. En la manifestación para la adhesión de Bosnia a la Unión europea. Volvimos juntos en tren a Bruselas. En cuanto se bajó del tren Alex se precipitó hacia el Parlamento. No sé qué ha pasado, qué es lo que le ha podido impulsar a llevar a cabo este gesto extremado. Lo único que sé es que me acabo de acordar de estas palabras suyas: "yo creo particularmente importante expresar la amargura personal y el disenso cuando se tiene miedo de que se altere aquello en lo que se confía, se ama y en lo que, en resumidas cuentas, uno se reconoce".
Adiós, Alex. Como radical que has sido, como Alex, atormentado y testarudo, te recordaremos.
Partido radical