Organizado por el grupo de prensa 16, se celebró recientemente en Madrid un encuentro sobre las drogas y el antiprohibicionismo en el que participó, entre otros, la Presidenta del Partido Radical Emma Bonino.
Así relata el desarrollo del encuentro el Diario 16 del 11 de febrero.
"La droga no se prohíbe por ser peligrosa, sino que es peligrosa porque está prohibida", declara la radical italiana Emma Bonino.
"El Estado puede desalentar el consumo de sustancias socialmente peligrosas, pero no puede castigar comportamientos que no hacen daño a terceras personas", señaló la Presidenta del Partido Radical Italiano (sic!), Emma Bonino, durante la jornada sobre " Despenalización de la Droga?" organizada por el Grupo 16.
El coloquio que se celebró tras un debate sobre el papel de la Prensa ante este problema, estuvo moderado por el director de Diario 16, Enrique Badía, y centró con la presencia, junto a Emma Bonino, del editor del semanario británico "The Economist", Nicholas Harman ; el decano del Colegio de Abogados de Madrid, Antonio Pedrol Rius ; el embajador de Colombia en Checoslovaquia, Enrique Parejo, que fue ministro de Justicia en su país, y el director técnico de la fundación de ayuda al toxicómano CREFAT, Domingo Comas.
También estuvieron presentes en los debates de la jornada el presidente del Grupo 16, Juan Tomás de Salas; la adjunta a la presidencia, Isabel Azcárate; el director de Radio 16, Constantino Mediavilla; la directora de "Marie Claire 16", Ana Rosa Semprún; la escritora Elena Soriano, y el director de Toxicomanías de la Cruz Roja, José Ramón Bronet, entre otros.
No se contó con la presencia de ningún miembro de la Administración, pese a haber sido invitada reiteradamente.
Badía comentó al respecto que "es deprimente ver que la Administración, encargada de aplicar una política determinada en este tema, no sea capaz de defenderla aquí. Uno tiende a pensar que no se creen esta política".
Se abordó la posibilidad de reformar la Convención contra la Droga, firmada por más de 100 países, que tipifica como delitos penales la producción, distribución y venta, así como la adquisición y cultivo de sustancias estupefacientes.
El ex ministro de Justicia colombiano, Enrique Parejo, centró gran parte de su discurso en la defensa y mantenimiento de este acuerdo. Su postura, favorable a la penalización de la droga, la simplificó diciendo: "Si se establece una sanción para quien se salta un semáforo en rojo, por qué no ha de sancionarse también a quien usa la droga?"
"La ley -contestó la presidenta radical- no debe pretender juzgar la moralidad de los ciudadanos. Prohibir la droga es una intromisión en la vida de quienes la consumen".
La mayoría de los ponentes, como Pedrol, Comas y Bonino, coincidieron en que el principal atractivo de la droga es, precisamente, la vulneración de su prohibición. "No nos dan miedo las drogas lícitas. Tenemos miedo de las ilícitas. Cuando dejen de serlo, no será así", señaló Harman.
El decano de los abogados de Madrid apostó por "otro camino que no sea la prohibición". "Creo que no aumentaría el consumo -dijo Pedrol- si se legalizara, porque hay muchos jóvenes que han sido llevados al campo siniestro de la droga por la inducción de los narcotraficantes".
La desaparición de las mafias internacionales dedicadas al tráfico de droga, en la hipótesis de que ésta fuera de libre adquisición, fue uno de los argumentos utilizados por el editor de "The Economist". "El mercado de drogas es el único mercado abierto de libre empresa que existe -ironizó Harman-. Los gobiernos son incapaces de controlar su tráfico. El máximo de incautaciones es del 10%. Este es un mercado libre porque no hay fiscalización, con lo que a los traficantes se les permite cobrar cada vez un precio más alto, hacerse ricos y comprar armas".
Enrique Parejo desestimó la comparación de este tema con la prohibición del alcohol en Estados Unidos, que después hubo de retirarse, símil al que acuden los partidarios de la legalización. "En Estados Unidos -dijo- tuvieron que romper la prohibición del alcohol porque el resto del mundo estaba en contra de esta medida. Pero en el caso de las drogas hay unanimidad mundial".
Emma Bonino le rebatió esta idea señalando que "en el mismo período del prohibicionismo del alcohol en Estados Unidos, a nadie se le pasó por la cabeza declarar la guerra a a países productores de vino, como España, Francia o Italia, para destruir sus viñas".
Nicholas Harman también hizo referencia, en el mismo tono sarcástico, a este tema: "El Estado no puede controlar la calidad de las drogas, mientras que sí controla la calidad del alcohol. Esto es protección al consumidor". "Si supiéramos que la legalización -continuó- iba a traer un enorme aumento del consumo, todos lo lamentaríamos".
Pedrol Rius, que en cierta ocasión defendió en un juicio a un drogadicto que había robado en su casa, puso como ejemplo para explicar su postura el reciente suicidio de un funcionario de Hacienda que, en su trayectoria desde la ventana por la que se arrojó hasta el suelo, cayó encima de una joven. "El funcionario -dijo- tenía perfecto derecho a suicidarse, pero la señorita también tenía derecho a transitar".
El sacerdote Enrique de Castro, miembro de la Coordinadora de Barrios, intervino en el debate presentándose como partidario de la legalización de la droga, "pero no por intereses de la seguridad ciudadana -señaló-. El problema no es la droga, sino caer en la falta de alternativas de vida, de soluciones".
En esta línea se pronunció Nicholas Harman, que indicó que "la drogadicción en sí no es lo que hay que curar. España sólo tiene el embrión de un estado de bienestar para una asistencia al toxicómano". El editor de "The Economist" recordó que entre sectores sociales altos, cuanto mayor es el precio de la cocaína, mayor es su demanda, y enlazó el precio de esta droga con la formación de los "cárteles" y su arbitrariedad a la hora de fijarlo.
"Si los consumidores de droga son tan peligrosos -señaló Emma Bonino- y los alcohólicos también, se está proponiendo la misma solución para todos. Si todos están en las cárceles, quién va a quedar para la vida normal?"
El ex ministro colombiano matizó a la presidenta del Partido Radical Italiano (resic!!): "No se trata de meter en la cárcel a millones de personas. La Ley tiene un carácter intimidatorio. Y hay muchos jóvenes que estarían tentados a usar la droga, pero no lo hacen porque saben que es un comportamiento ilegal". Elena Soriano, autora del libro "Testimonio materno", dijo que "lo único que puedo aportar es mi experiencia. Perdí a mi hijo porque era drogadicto y entró en una secta. Aquí se pueden perder batallas, pero la guerra no está perdida ni ganada".
Los asistentes a la Jornada reconocieron la imposibilidad de determinar la relación de las drogas con la delincuencia. " Hay delincuentes que consumen drogas o drogadictos que caen en la delincuencia?" planteó el director de Diario 16, Enrique Badía.
Los ponentes no coincidieron en la fiabilidad de las estadísticas, y en la directa relación que en la mayoría de ellas se hace entre drogas y delincuencia. María José García Mas dijo estar convencida de que los datos estadísticos sólo reflejan la incidencia del problema entre la población marginal.
Todos concluyeron en que a través de la jornada no se podían adoptar determinaciones: "no nos hemos reunido para ver si debe cambiarse o no la sociedad. Ese es otro debate".
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"LA PRENSA DEBE INFORMAR DE MODO OPTIMISTA SOBRE LA SOLUCION A LAS DROGAS"
Los medios de comunicación abordan el problema de la droga desde una perspectiva que, si bien es la que impacta al público, no beneficia al colectivo de drogadictos. Ante esta situación, la Prensa debe prestar mayor atención a las informaciones positivas y optimistas sobre este tema.
Esta fue la conclusión de la mesa redonda sobre "Droga e información de prensa", organizada por el Grupo 16 dentro de la misma jornada de debates en la que se celebró el coloquio sobre la despenalización de la droga.
En esta mesa redonda estuvieron presentes el profesor Pere Oriol Costa, autor de un estudio sobre "Droga, televisión y sociedad", María José GArcía Mas, que ha realizado varios estudios sobre esta materia, el redactor de "Cambio 16" Antonio Caballero, y el periodista de TVE Pedro Sánchez Quintana.
El debate estuvo moderado por Daniel Samper, de "Cambio 16", y también participaron el editor de "The Economist", Nicholas Harman, la presidenta del Partido Radical Italiano (reresic!!!), Emma Bonino, y el director técnico de la fundación de ayuda al toxicómano CREFAT, Domingo Comas. (...)
María José García Mas proyectó varias imágenes recogidas durante los últimos años en los medios de comunicación escritos, en las que, según dijo, "se está enseñando cómo, cuándo y de qué manera se consumen las drogas".
En su opinión, este tipo de imágenes incitan al consumo de droga, sobre todo a los toxicómanos que están intentando recuperarse mediante lo que calificó como "una seducción subliminal".
García Mas piensa que los medios de comunicación no tratan la vertiente sanitaria de las drogas, no las enfocan como una enfermedad y vierten sobre la opinión pública el carácter antisocial básico del drogadicto.
Pere Oriol reconoció que hay una tendencia en los medios de comunicación a espectacularizarse, por la propia dinámica del mercado y la demanda de los lectores.
En este sentido, justificó dicha tendencia por los propios imperativos del diseño y paginación. "Los periódicos dijo- trabajamos ahora a medida, con una maquetación previa, lo que en parte explica la necesidad de llenar ciertos huecos con fotografías impactantes".
Pese a esta justificación, Oriol se cuestionó sobre si el criterio actual de la noticia es el verdadero. "Cuanto más improbable es un hecho desde el punto de vista periodístico señaló , más fácil es publicarlo".
El periodista Pedro Sánchez Quintana recordó la reflexión de Juan Cueto: "El alijo que sale en los medios de comunicación parece siempre el mismo alijo, y el muerto por sobredosis parece el mismo que otras veces. Esto ya ha dejado de ser noticia". Antonio Caballero completó esta idea diciendo que "no se informa bastante de muchos aspectos, como el sanitario o el preventivo".
Nicholas Harman dijo que el tipo de fotos que se publican en nuestro país no saldrían en los medios de comunicación de Inglaterra, Francia o Estados Unidos. "Allí hay una mayor autocensura. Pero lo cierto es que tenemos que interesar y emocionar al público".
Harman confesó que es difícil escribir sobre este tema hasta que lo podamos tratar como algo peligroso, pero ante todo, normal. De momento nos vemos obligados a seguir tratando el dramatismo del problema, porque, piensen lo que piensen los periodistas, así se venden periódicos.
Domingo Comas, que como el resto de los ponentes se negó a conformarse con este impasse, explicó que había llevado a cabo una experiencia en una de sus apariciones en TVE: estuvo hablando de forma "exageradamente positiva" sobre la recuperación de toxicómanos. Esta intervención la grabó en vídeo y actualmente es proyectada a quienes se quieren desintoxicar, los cuales, "al ver que en la televisión se trata el asunto positivamente, tienen más ánimo".
Emma Bonino planteó como solución "la creación del héroe ex toxicómano. Es posible crear una opinión y los medios de comunicación deben crearla favorablemente en este aspecto".