(Publicado por "El País" del 29.3.1990)
Ethan Nadelmann, Profesor de la Universidad de Princeton (Estados Unidos), está consiguiendo atraer a la causa de la legalización de las drogas a importantes personajes públicos de la sociedad norteamericana. Va a participar en España en el simposio "Tráfico de drogas y política internacional", que se celebrará en Madrid y que será inaugurado por la reina Sofía.
La Administración norteamericana descalificaba hace escasas semans al ex secretario de Estado George Shultz a raíz de sus declaraciones a favor de la despenalización de las drogas. Pero Shultz, "es sólo la punta de un iceberg", ha declarado Nadelmann. El profesor compara la actitud de la Administración de Bush contra la droga con la fiebre anticomunista del maccartismo.
Las tesis de Nadelmann han empezado a calar en una sociedad en la que el desencanto está sustituyendo a la euforia que siguió a la declaración de guerra contra las drogas realizada por el presidente George Bush el pasado mes de septiembre.
Detrás de este movimiento se encuentra un joven -32 años- y activo profesor de la universidad de Princeton que durante años ha investigado los costes y consecuencias sociales de la política estadounidense antidroga. Los artículos de Ethan Nadelmann a favor de una legalización controlada han circulado en los más influyentes círculos políticos e intelectuales. Shultz y Sweet, entre otros, han reconocido expresamente en Nadelmann al gurú ideológico del debate. "Y cada día se verá a más y más gente", asegura Nadelmann con satisfacción. "Conozco numerosos jueces, alcaldes, policías, políticos influyentes que defienden la legalización o al menos otras alternativas que ni siquiera se han mencionado. A lo único que esperan para manifestarlo públicamente es al momento en el que hablar sobre legalización sea algo perfectamente respetable".
Entre sus numerosos ensayos, el que sin duda ha tenido más repercusión ha sido un extenso artículo, publicado recientemente en la prestigiosa revista "Science", en el que Nadelmann responsabiliza al sistema de criminalización de narcóticos de la mayor parte de los problemas sociales atribuidos a las drogas en general.