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Conferenza droga
Ruiz-Portella Xavier - 11 maggio 1990
LA ECONOMIA DE LA DROGA (4)

Continuación del libro de J.-F. Couvrat y N. Pless

LA PRODUCCION ILICITA : TRES VECES LA PRODUCCION LICITA.

Cuatro regiones de producción se disputan un mercado ilícito, mucho más beneficioso: más de 3.000 toneladas en total. Pero esta cantidad es engañosa. Hay en realidad dos tipos de regiones de producción.

Por un lado, aquéllas en las que se fabrica opio por tradición -la mayor parte se consume en el propio lugar de producción o en sus aledaños- y accesoriamente heroína:

* La "Media Luna de Oro", constituida por Afganistán, Irán y Pakistán, que produce unas 1.400 toneladas de opio anuales.

* El "Triángulo de Oro", Birmania, Tailandia y Laos, cuya cosecha rebasó las 1.500 toneladas en 1987 y 1980.

Por otro lado, los dos países en los que se cultiva adormidera con la única finalidad de obtener heroína para el tráfico ilegal:

* México, con 40 a 50 toneladas de opio al año, el equivalente de 5 toneladas de heroína, que se beneficia de la proximidad de los Estados Unidos, un mercado fácil.

* El Líbano, cuya producción de opio, unas 60 toneladas al año, parece mínima al lado de la de la vecina "Media Luna de Oro", pero cuyos ingresos derivados de la heroína equivalen a los mexicanos.

La producción clandestina de opio se halla en plena expansión, puesto que se estimaba en 1.000 toneladas en los años 60, y sobrepasa las 3.000 toneladas en 1988. Estas impresionantes cifras son sin embargo ridículas al lado de las cúspides alcanzadas a comienzos de siglo, cuando se producían en el mundo unas 30.000 toneladas.

Para los traficantes, la heroína es desde luego la reina de los narcóticos ilícitos, cuyo valor añadido es con mucho el mayor. El kilo de heroína se vendía en 1984 a 215.000 $ en el mercado al por mayor norteamericano, y el milígramo a una media de 2,37 $ en la calle.

Precio en $ Multiplicador

-Producción de 100

kilos de opio 1.000 1

-Precio al por mayor

de un kilo de

heroína en el mer-

cado ilegal 200.000 200

-Precio al por menor

de un kilo de

heroína en el mer-

cado ilegal 2.000.000 2.000

Todo el interés de este circuito que va del campo de adormideras birmano o pakistaní a las calles de París o de Nueva York, está constituido por el reparto de su enorme valor añadido. Ya en la fase del "comercio" al por mayor la heroína es, a peso igual, quince veces más cara que el oro. "Un millón de dólares de heroína pura caben en una caja de zapatos", se lamentan los policías. «A ver quién logra colocar en tal caja la misma suma en billetes de banco! Este es por lo demás el punto débil de los traficantes. El dinero que ganan es mucho más voluminoso que la mercancía que transportan (capítulo 5). Al revés, el hampa utiliza corrientemente la heroína como medio de pago.

México, Media Luna de Oro, Triángulo de Oro: no faltan posibilidades. Toda la historia del tráfico internacional de heroína evidencia la gran flexibilidad de los abastecimientos. Una flexibilidad incrementada por el hecho de que la adormidera, planta anual, se cosecha algunos meses después de haber sido sembrada.

Esta historia también evidencia la extrema violencia que rige el reparto del valor añadido: una lucha sin piedad, a todos los niveles. Se combate por los campos de adormideras en Laos o en Birmania, por un block en Nueva York, por un circuito marítimo en Marsella o en Amsterdam.

Las respectivas fortunas de los grandes productores o de los grandes intermediarios dependen de sus posibilidades de transporte y de refinado, al menos tanto como de su acceso a la materia prima.

LAS BUENAS FORTUNAS MEXICANAS

En 1933, al anularse la prohibición del alcohol, disminuyen para la mafia sus posibles actividades. La heroína la tienta. Se firma un acuerdo con el "gang judío" que monopoliza esta actividad entonces artesanal y se abastece en Francia y en el Cercano Oriente. Pero la Segunda Guerra Mundial corta la ruta de Europa. México toma el relevo y se convierte en el primer proveedor de los Estados Unidos.

Vuelta la paz, la Cosa Nostra elimina a su socio e inaugura una nueva conexión. México, eclipsado por la "French Connection", espera su hora. Le llegará de nuevo en 1972, cuando se desmantelan las redes marsellesas. Entonces, en la Sierra Madre, la gente empieza a organizarse. Los campesinos cosechan el opio bajo la protección de armas automáticas y lo suministran a los traficantes que lo refinan en auténticos campos amurallados. La heroína es expedida a los Estados Unidos únicamente por intermedio de los miembros de la familia. Todo el circuito está integrado, desde el cultivo hasta la distribución al "semi por mayor". Sólo se deja amablemente a "extranjeros" la venta al por menor en la calle, mucho más arriesgada.

El ejemplo más famoso es el de una familia "a la mexicana": los Herrera, de 3.000 a 5.000 miembros unidos en su mayoría por la sangre, auténticas cabezas de puente comerciales, y de nacionalidad estadounidense. Los abuelos transforman el opio y la morfina-base. Los nietos transportan la heroína por El Paso hacia Texas, en donde es embarcada hasta Chicago. Las ganancias anuales de la organización, una vez deducidos los gastos ordinarios y de corrupción, se evalúan en 200 millones $. La detención de Jaime Herrera en 1978, y luego de 135 miembros de la familia en 1985, tuvo "un significativo efecto en la organización", señala la Drug Enforcement Administration (DEA), la cual añade: "al menos temporalmente..."

«Las proezas de los servicios norteamericanos de represión no han impedido sin embargo que los mexicanos echaran toda la carne al asador! Desde 1985 distribuyen en los Estados Unidos una heroína de enorme pureza, barata, sumamente disponible para la demanda: el "black tar" -el alquitrán negro. Gracias a la misma han podido ocupar de nuevo una posición de líderes en el mercado norteamericano.

EL TRIANGULO DE ORO JUEGA CON VENTAJA

El Triángulo de Oro -Birmania, Tailandia, Laos- se vio al principio favorecido por las circunstancias. Sus traficantes no tuvieron que ir a buscar una lejana clientela. La misma se desplazó por miles de adeptos: los "GIs" que luchaban en la guerra del Vietnam. A su regreso, se habían acostumbrado a la heroína asiática, en aquel entonces mucho más barata y mucho más pura que la mexicana. La parte del Triángulo de Oro en las importaciones norteamericanas pasó de un 13% en 1975 a un 38% en 1978 y 1979. De repente, la conexión dispuso de un mercado mucho más solvente que el de sus tradicionales consumidores regionales. No había más que disputarse este mercado.

La pelea fue dura, en todos los eslabones de la cadena. En las montañas birmanas, se conquistan campos de adormideras en el curso de auténticas guerras, durante las cuales se desplazan laboratorios ligeros como cocinas móviles de campaña, pues la heroína se elabora en el propio lugar de cultivo. El transporte por Bangkok y Malasia es objeto de una encarnizada competencia, en la que una multitud de pequeñas redes participan al lado de la poderosa triad, la mafia china de Hong-Kong.

El Triángulo de Oro está situado entre tres países cuyas fronteras son mucho más visibles en un mapa que en el propio lugar. Ahí, al norte y al este de los Estados Shan, reina especialmente Sun Sha, el rey del opio, cuyo dinero financia un ejército privado de 3.000 hombres adecuadamente equipados. Un "Estado" entre los tres Estados, que estos últimos toleran, porque el ejército de Sun Sha, la Shan United Army pretende luchar contra la guerrilla local del Partido Comunista Birmano (PCB). En realidad, según la administración estadounidense, ambos ejércitos luchan primordialmente por hacerse con el control del opio y de la heroína.

La penetración en el mercado norteamericano

Las incesantes hostilidades en las que a veces se atreven participar los ejércitos gubernamentales, han acabado perjudicando al mercado local del opio. Cada vez más productores independientes de heroína han desviado el tráfico desde los Estados Shan hacia el norte de Tailandia. Creciente cantidades de heroína se transofrman en Malasia o incluso en Hong-Kong.

En la parte final del circuito, la lucha es igual de dura. La triad de Hong-Kong no pretende dominar el cultivo de la adormidera. Pero todo lo demás le interesa, desde el refinado hasta la distribución al por menor. Sus primeros intentos en los Estados Unidos, en 1975, se vieron ampliamente favorecidos por la policía estadounidense. Los primeros "representantes de comercio" de la heroína asiática que dieron con sus huesos en la cárcel pudieron establecer en la misma contactos con los traficantes locales. El Triángulo de Oro penetró de tal modo en el mercado norteamericano.

Al comienzo de los años 80 se asistió a un eclipse debido a las operaciones militares y sobre todo a la sequía, que devastaron los campos de adormidera. El Asia del Sudeste ya sólo abastecía en 1982 al 20% aproximadamente del mercado de la heroína, de lo que se beneficiaron obviamente los exportadores mexicanos y de la Media Luna de Oro. Pero sólo se trató de una tregua. La lluvia riega de nuevo al Triángulo de Oro, cuya producción actual representa más del doble de la efectuada entre 1985 y 1987. La lluvia de dólares no podía tardar.

CUAND0 LA MEDIA LUNA DE ORO HACE SU AGOSTO

Las guerras desempeñan decididamente un papel crucial en el mercado mundial de la heroína. La Segunda Guerra Mundial, en 1939, ocasionó la fortuna de México. La guerra del Vietnam favoreció al Triángulo de Oro. La invasión de Afganistán por las tropas soviéticas, y luego la revolución iranía de 1979 perturbaron las rutas tradicionales del opio en la tercera gran región productora: la de la "Media Luna de Oro", que se halla entre Afganistán, Irán y Pakistán.

Los traficantes locales se replegaron entonces hacia mercados más prósperos: Occidente, el golfo Pérsico y la India, la cual es a la vez el primer productor mundial lícito de opio, y sin duda el mayor centro mundial del comercio ilícito de heroína. La búsqueda de nuevos mercados se vio también fomentada por el buen tiempo: entre 1974 y 1979, el Pakistán cuadriplicó su producción de oro.

Cómo los traficantes afganos y pakistaníes no hubieran pensado en vender heroína en lugar de opio bruto? El refinado se desarrollará a buen ritmo a lo largo de la frontera entre Afganistán y Pakistán, en donde se instalan laboratorios en la retaguardia de los combates. Se abren nuevas rutas de la heroína. Hacia Irán, hacia el Pakistán y hacia la India, a lomos de camello, y luego en avión hacia el golfo Pérsico y Europa.

Una buena parte de la droga exportada hacia la India va a parar al mercado occidental, transportada en una multitud de paquetitos por los "camellos" de la heroína. Estos pasadores locos no vacilan, por un puñado de dólares, en tragarse preservativos llenos de heroína pura antes de tomar el avión. Esperan escapar de tal modo a la vigilancia de los aduaneros, que sin embargo los descubren fácilmente por su semblante demacrado. Varios de ellos han muerto durante su viaje, víctima de una sobredosis consecutiva a la abertura de una bolsa.

La conexión de la Media Luna de Oro es con mucho la más disputada. Ninguna organización impone su ley entre el refinado, cuyos beneficios financian la resistencia afgana y los diferentes clanes libaneses, y la distribución final, acaparada por bandas instaladas en los países de consumo. Entre ambos reina una gozosa anarquía, que da la impresión de que la droga penetra en el mercado occidental por osmosis, pues hasta tal punto son estrechas y numerosas las vías de paso. Pequeñísimas cantidades de heroína son incautadas regularmente en las correspondencias postales expedidas en los países productores, y destinadas a destinatarios de París. Estos, a cambio de algunos centenares de francos, o con la mayor inocencia del mundo, han "prestado" su buzón a un traficante de paso, generoso o simpático.

La heroína viaja por avión, disimulada en cualquier objeto, según la imaginación sin límite de los pasadores. Los aduaneros han visto de todo: periódicos enrollados, aerosoles de afeitado, secadores del pelo, casetes, pilas trucadas, latas de conserva traficadas. Y («colmo del horror!) hasta heroína introducida en bebés muertos que se pretende que están durmiendo. Los pasadores se sacan la mercancía de encima tan pronto como llegan a su destino, utilizando para ello un amigo seguro, un pariente, un corresponsal.

"Small is beautiful?" En cualquier caso, la Media Luna de Oro abastecería entre el 75 y el 80% del mercado europeo y el 40% del norteamericano. Turquía sería el principal embudo del tráfico, un lugar de tránsito privilegiado por el que, según la ONU, pasarían cada año cerca de 4 toneladas de heroína, antes de penetrar en Europa Occidental mediante camiones y barcos. Pero Turquía también es un lugar de encuentro entre traficantes de heroína, traficantes de armas y grupos terroristas cuyas base se hallan en el Líbano.

4.000 hectáreas de adormideras en el Líbano

El Líbano no es sólo un centro de tráfico. También es un gran productor. Los campos de adormideras cubren 4.000 hectáreas según la Interpol, con un rendimiento medio de 15 kilos de opio por hectárea. Con lo que se pueden refinar 6 toneladas de heroína pura destinadas a Europa y a los Estados Unidos. Al igual que México, el Líbano es ante todo un exportador, y al igual que éste, es un multiproductor. Sus ingresos derivados de la heroína se suman a los del hachis. Lo detallaremos más adelante.

 
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