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Conferenza droga
Ruiz-Portella Xavier - 16 maggio 1990
LA ECONOMIA DE LA DROGA (5)

Continuación del libro de J.-F. Couvrat y N. Pless

LOS GRANDES INTERMEDIARIOS : LA COSA NOSTRA Y LA TRIAD

Las organizaciones integradas no pueden controlar la totalidad del tráfico, ni siquiera en el mercado estadounidense. La enormidad de los márgenes incita a numerosos revendedores de cierta envergadura a trabajar por cuenta propia y a abastecerse directamente en los mercados al por mayor asiáticos o mexicanos. Algunos que van por libre se contentan con efectuar operaciones puntuales. Otros caen, víctimas de la represión o de sicarios de la redes organizadas. La suma de estos intentos representa una parte no desdeñable del tráfico, que escapa a las garras del crimen organizado, pero también a toda evaluación.

La integración del tráfico todavía es menor en Europa, en donde "semigrosistas" independientes tienen acceso a los mercados de Amsterdam o de Barcelona y también pueden establecer contactos directos con los proveedores del Cercano Oriente o de Asia.

El crimen organizado, que dispone de importantes capitales y de redes a toda prueba, se hace sin embargo con la parte del león. La conexión de los opiáceos sigue siendo la principal fuente de ingresos de los dos grandes intermediarios: la Cosa Nostra y la Triad de Hong-Kong.

La Triad, como acabamos de ver, intenta sobre todo obtener una integración en la parte superior del circuito de sus bases asiáticas. Su irrupción en los mercados occidentales ha demostrado su fuerza.

La Cosa Nostra tiene una estrategia simétrica. Históricamente presente en los lugares de distribución en los Estados Unidos, siempre ha intentado integrar el circuito del semi por mayor hacia la parte superior.

Puesto que lo mejor es operar en un país bien conocido, la Cosa Nostra ha tratado de abastecerse ante todo en el Cercano Oriente, de ser posible a través de Sicilia (hasta 1950 no estaba prohibido en Italia refinar heroína) y en cualquier caso a través de Europa.

Después de la Segunda Guerra Mundial, que la obligó a girarse momentáneamente hacia México, estableció en los años cincuenta los relevos de la "French Connection". La morfina-base se importa de Turquía a Marsella, se transforma en heroína en laboratorios clandestinos, se expide luego por barco a Montreal o Palermo, de donde llega directamente a los Estados Unidos. Hasta 1972, la Cosa Nostra controla con este circuito el 95% del mercado norteamericano de la heroína.

La prohibición de cultivar opio en Turquía y el desmantelamiento de la "French Connection" avivan la competencia en los mercados. En Europa, Amsterdam substituye a Marsella como centro pivote de la droga. En los Estados Unidos, Nueva York es suplantada por Los Angeles, Chicago y Miami. México vuelve a ser el primer proveedor de los Estados Unidos.

Las "mammas" de Palermo"

La Cosa Nostra, cortada de su retaguardia en 1973, nunca abandonó realmente la partida. Desde 1970, discreta, ya abastece de heroína y vigila estrechamente la red negra de Nicky Barnes en Nueva York. Replegada sobre la distribución en los Estados Unidos, intenta, con diversa suerte, reconquistar la parte superior de su conexión, en asociación con la Mafia siciliana. Se emplea para el transporte a "mammas" de Palermno, que camuflan en sus dignos vestidos negros corsetes especiales de lo más novedoso

En pocos años, hacia 1980, 1.600 millones $ de heroína se habría importado de tal modo a los Estados Unidos, "la mayor operación de importación de la historia", según la Drug Enforcement Administration, operación conocida con el nombre de "pizza-connection".

La heroína ya refinada proviene indistintamente de la Media Luna de Oro y del Triángulo de Oro. Es centralizada en Palermo, viaja en avión y es revendida en la red de pizzerías adquiridas por la organización dirigida por Salvatore Catalano. Este buen viejo método hubiera podido funcionar durante mucho tiempo si la policía no hubiera estado alertada por la inmensidad de las transferencias de fondos, operadas desde los bancos de Nueva York hacia Suiza e Italia. Desde Al Capone, las finanzas siempre han sido el punto débil de la mafia.

Si el desmantelamiento de la French Connection no aniquiló la Cosa Nostra, sí cambió radicalmente el tráfico internacional de la heroína. Antes de 1973, los países asiáticos sólo suministraban un producto semitransformado: la morfina-base, cuya concentración, igual a la de la heroína, facilitaba el transporte hacia los laboratorios de transformación final, situados en Occidente. Desde 1973, estos países producen en los propios lugares de producción, como los países productores de petróleo refinan ahora el petróleo en sus propios países.

Unico punto constante: el peso de las multinacionales del crimen a lo largo de toda la conexión. Como para las grandes corporaciones petroleras, esta integración les garantiza gigantescos márgenes, cualesquiera que sean la coyuntura, los circuitos, los imponderables climáticos, geopolíticos o -en este caso- policiales. A condición por supuesto de que se mantenga la demanda. Y la dependencia de los drogadictos respecto a la heroína les preserva de cualquier hundimiento.

LOS MERCADOS DE OPIACEOS

En los países industriales, la heroína cuesta muy caro. Sus consumidores son muy dependientes, marginales, improductivos. El heroinómano, para comprar sus dosis -más de 20.000 Francos al mes-, tiene que robar o hacerse revendedor. La población de los heroinómanos, criminalizada, tendría así pues un perfil más neto que la de los consumidores de otras drogas. Lo cual no significa que se conozca su número con muya mayor precisión.

El número de los heroinómanos en los Estados Unidos parece haberse estabilizado alrededor de un medio millón, con una ligera tendencia a la regresión consecutiva al desarrollo del SIDA. Pero a causa de la dependencia de los "enganchados", el mercado de la heroína ha sido durante mucho tiempo el más constante para los traficantes, el "núcleo duro" de los tráficos ilícitos.

Los traficantes y sus químicos se han adaptado por lo demás al mecado. La heroína No. 4, la más pura, destinada a la inyección intravenosa, ha sufrido las repercusiones del SIDA. Por ello ahora se fabrica abundantemente la heroína No. 3, cuya pureza va tan sólo de un 20 a un 40%, cortada con cafeína o con otros estimulantes de síntesis, que le da al consumidor la libertad de inyectársela, disuelta en zumo de limón, o de fumarla en caso de que tema los peligros de la jeringuilla.

Es también el mercado de las conexiones estancas, seguras, mucho mejor aseguradas que las de la cocaína: tan sólo un 6,5% del consumo estimado es incautado en los Estados Unidos.

Y sin embargo, la heroína también es un producto que cuenta con múltiples substitutos: metadona, barbitúricos, que los drogados absorben por desamparo en caso de verse afectados por el síndrome de abstinencia, o incluso por miedo del SIDA. Se dispone pues de un mejor panorama del número de drogados dependientes que de su consumo efectivo.

500.000 "junkies" en los Estados Unidos

Habría 500.000 "junkies" en los Estados Unidos, de los cuales estarían en Nueva York 200.000: habituados a la jeringuilla, cuya cifra disminuyó antes de volver a aumentar después de 1979 a pesar del SIDA (la mitad de ellos son seropositivos). El creciente recurso a la inhalación de la heroína H3, menos pura, explicaría parcialmente el aumento del consumo, que pasó de 4 toneladas en 1981 a 6 toneladas en 1984, según las estimaciones oficiales.

Pero qué significan estas cifras? Repartidas entre un medio millón de heroinómanos regulares, 6 toneladas de polvo representarían un gramo mensual para cada uno de ellos. Ello cuadra mal con el retrato tipo del "junkie", dispuesto a todo con tal de obtener su o sus dosis cotidianas. Salvo si la administración norteamericana adopta una definición relativamente amplia del drogadicto "regular" -una alta cifra impresiona a la opinión sobre el "mal" existente-, a la vez que se subestima el consumo en tonelaje, a fin de no ridiculizar los esfuerzos represivos. Por lo demás, Washington ya no publica desde 1985 ninguna estimación oficial.

En realidad, no es insensato evaluar en 12 toneladas, el doble, el consumo norteamericano de heroína. No estiman los informes oficiales en un 40% la parte mexicana del mercado norteamericano? Dado que la producción mexicana asciende a 5 toneladas, cabe preguntarse cuáles podrían ser los demás mercados.

Los policías y los aduaneros apenas si se incautan de algo más de 400 kilos de heroína anuales en los Estados Unidos, lo mismo que en España, menos que en los Países Bajos, cinco veces menos que en Europa.

A 2,37 $ el milígramo en la calle, el mercado al por menor de la heroína alcanzaría en los Estados Unidos la cifra de 28.000 millones $, una suma a la que se deberían añadir los gastos, aunque menores, de los opiómanos y de los morfinómanos.

Europa, primer mercado mundial

Está sumamente asentada la fama europea de la heroína. Desde que empezó su auge, a comienzos de los años setenta, se describen cotidianamente en la prensa los daños que causa la heroína.

En cuanto a medir su amplitud, esto es harina de otro costal. Circulan tantas cifras contradictorias, todas auroleadas con referencias oficiales, que se ahonda el misterio conforme se avanza en el dédalo de los indicadores.

De la población de los heroinómanos europeos se mide su "núcleo duro", las estimaciones que cada país suministra a la ONU en base a criterios que por lo demás son variables: más de 3.000 en Austria, 75.000 en Francia, 20.000 en Italia, 15 ó 20.000 en Holanda, 80 a 120.000 en España, 12.300 en Alemania, 10.000 en Suiza...

Constituyen los toxicómanos un iceberg cuya parte principal estaría sumergida? "Esta parte sumergida del iceberg no es, en últimas, sino el nombre dado a un conjunto de ignorancias", escribe el Dr. F.R. Ingold.

El único país que ha efectuado alguna vez una encuesta detenida es Italia, en 1980 y 1982. El ISS (Instituto Superiore di Sanità) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas estudiaron en cada una de estas ocasiones un amplio muestreo de reclutas, 17.000 en 1980 y 36.000 en 1982, los cuales fueron sometidos a tests químicos clínicos destinados a descubrir el consumo de opiáceos. Es la única forma -afirman los promotores del estudio- de evaluar el número de drogadictos que nunca se ven ni en los centros sanitarios, ni en las comisarías de policía. El resultado es bastante espectacular. De 1.000 jóvenes de edades situiadas entre 17 y 29 años, 15,4 consumían opiáceos, esencialmente heroína.

Así pues, haría falta en Italia multiplicar por cuatro la parte emergida del iceberg, a fin de hacernos con sus dimensiones totales -suponiendo por lo demás que esta representación -variable de un país a otro- tenga sentido, pues la población de los drogadictos está en constante evolución. Muchos mueren, y no sólo a causa de las sobredosis. Los novatos y los usuarios ocasionales constituyen una franja movediza, y la edad media del conjunto parece ir en aumento, como si se tratara de un fenómeno generacional.

Sea como sea, cabe poner en tela de juicio la medida del "núcleo duro". En Francia y en España, los índices de fallecimiento de los heroinómanos a causa de sobredosis sería del orden de 1,5 a 2 por mil, las cuales son cifras verosímiles. En cambio, los "núcleos duros" holandeses y alemanes oficialmente anunciados parecen sumamente reducidos: supondrían un índice de mortalidad por overdosis de 7 a 10 por mil y de 12 por mil respectivamente.

Las magnitudes francesa, española e italiana sugieren que el número de heroinómanos en Europa rebasó probablemente el medio millón a comienzos de los años ochenta, y todo parece indicar que ha aumentado considerablemente desde entonces, superando ahora los 700.000.

Europa es ciertamente el primer mercado mundial de la heroína. Un consumo de aproximadamente 17 toneladas anuales parece constituir un cálculo razonable.

Oficialmente, la URSS sólo se ha visto recientemente afectada por el narcotráfico. No cabe duda que el circuito afgano ha conquistado este mercado por medio de las tropas soviéticas de ocupación. Como el circuito del Triangulo de Oeero lo había hecho quince años antes con las tropas norteamercianas en Vietnam.

Los precios de la heroína al por menor parecen ser algo mayores en Europa que en los Estados Unidos. Son sobre todo muy variables.

Todo es en primer lugar una cuestión de pureza. A la llegada del barco o de la "mula", el polvo es prácticamente puro. Cada eslabón de la cadena de distribución, más o menos larga -y generalmente más larga en Europa que en Estados Unidos- efectúa ulteriiormente su mezcla. Se vuelve a encontrar la heroína diluida a un 5% ò 19% en Roma en términos medios, a un 25% en Hamburgo y en París, a un 40% o incluso a un 50% recientemente en Londres, en donde el polvo comprado por 20 g o más es dos veces menos caro que en la calle, distribuido en dosis,

En cualquier caso, aunque los traficantes no hayan esperado 1993 para ignorar las fronteras europeas, el precio de la dosis y su dilución son muy poco homogéneos de una capital a otra. El cuadro 2.2. es elocuente, aunque no tiene en cuenta la dilución.

Cuadro 2.2.

PRECIO AL POR MENOR DE LAS DROGAS ILICITAS POR GRAMO (1985)

(en ECU)

Heroína Cocaína Hachis

Amsterdam 30-60 50-70 1.9-3.0

Dublin 260-400 260-340 3.7-4.8

Hamburgo 160-190 120 9.2

Londres 120-140 70-90 3.6-5.8

Paris 70-170 60-90 3.6-8.7

Roma 100-400 - -

Fuente : Consejo de Europa, Estudio multi-ciudades sobre los abusos de los drogadictos, Estrasburgo, 1987.

Nota : Las cifras se refieren a los precios de la heroína diluida.

Aplicando a las referidas cantidades los precios al por menor norteamericanos, y suponiendo que el consumo por drogadicto es el mismo a ambos lados del Atlántico, se llega a una evaluación plausible del mercado europeo de la heroína de cerca de 40.000 millones $.

En el Tercer Mundo: enormes cantidades, precios reducidos.

Aparte de América del Norte y de Europa, existen diversos otros mercados de la heroína. Mercados de menor importancia económica: ya sea porque los consumidores son poco numerosos (Oceanía, algunos países árabes), ya sea porque los precios practicados en los mismos son muy bajos, como en Tailandia.

Cuadro 2.3

CONSUMIDORES DE OPIACEOS EN EL TERCER MUNDO

Heroína Opio

__________________________________________________________

Pakistán 500.000 30.000

India 500.000 gran cantidad

Irán 10.000 500.000

Afganistán pequeña cantidad 125.000

Egipto gran cantidad pequeña cantidad

Tailandia 500.000 gran cantidad

Birmania 40.000 drogados registrados

Malasia 350.000 nd

Hong-Kong 5.000

__________________________________________________________

Fuente : NNICC report 1985-1986.

El cuadro 2.3 da una idea de estos mercados: de dos a dos millones y medio de heroinómanos, más que en todos los países desarrollados juntos. Bastante como para absorber una sesentena de toneladas de heroína.

El número de los opiómanos podría ser de igual magnitud. Pero se hallan sobre todo en los países asiáticos a cuyo respecto no existe ninguna estimación. Son ellos, en cualquier caso, quienes absorben la mayor parte de la producción de opio de base: verosímilmente los dos tercios de las 3.000 toneladas producidas en el Triángulo de Oro y en la Media Luna de Oro. Sin contar la producción india.

 
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