Continuación del libro de J.-F. Couvrat y N. Pless
70.000 MILLONES DE DOLARES
El cuadro recapitulativo (Cuadro 2.4) es el resultado de un largo periplo en el dédalo de cuantiosísimos informes. Lo presentamos con toda clase de precauciones. Las cifras que en él se indican no coinciden forzosamente con las conclusiones oficiales de los informes evocados. Pero estas cifras son coherentes entre sí, tanto si se trata de las cantidades producidas, como de los precios al por menor y de las partes de mercados. Como que este cuadro intenta reflejar las magnitudes de un realidad muy movediza, puede quedar rápidamente anticuado.
Con estas reservas, el mercado mundial al por menor de los opiáceos alcanzaría 70 mil millones de dólares, de los cuales cerca de 40.000 corrresponderían a Europa y 28.000 a los Estados Unidos.
Cuadro 2.4
EL MERCADO MUNDIALO DE OPIACEOS
Producción
Opio Heroína
Méxicoe 50 5
Triangle d'Oro 1.500 44
Líbano 1.400 50
Líbano 60 6
______ ____
Total (tonel.) 3.010 105
___________________________________________________________
Consumo de heroína
Estados Unidos Europa Resto mundo Total
500.000 700.000 2.500.000 3.700.000
consumidores
México 5
Triángulo
de Oro 2,5 5 nd
Media Luna
de Oro 3,5 10 nd
Líbano 1,5 4,5
Total (tonel.) 12,5 19,5 73 105
- incautado -0,5 -2,5 -13 -16
Disponible 12 17 60 89
Valor al por
menor (miles de
(millones$) 28 39 4 * 71
Valor al por
mayor 2,8 4,5 1 * 8,3
* Incluido el opio base fumado.
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Una parte de estas sumas representa el autoconsumo de los dealers, los cuales toman, de la mercancía que venden, sus propias dosis.
El mercado al por mayor, en base a los precios de importación, no excedería en mucho de los 8.000 millones de dólares, de los cuales corresponderían 4.500 millones a Europa y 2.800 millones a los Estados Unidos. De esta masa, los cultivadores de adormideras no perciben más de 300 millones de dólares.
El crimen organizado se hace con una parte de la diferencia, que depende del grado de integración de las conexiones y de su parte del mercado en los países industrializados: del orden de 10.000 millones de dólares? Es arriesgado aventurarse. Hay algo seguro: el maná de los hero-dólares también financia, o ha financiado, probablemente costosas guerras en el Líbano y en Afganistán.
DE LOS ANDES A LOS 'YUPPIES' : EL MERCADO DE LA COCAINA.
La cocaína es ante todo una leyenda. La de los pueblos agotados que un dios encolerizado arrojó a los altiplanos andinos, y que se salvaron gracias a mascar las hojas verdes de un arbusto: la coca. Por obra de la misma, el mascador olvidaba su hambre y su desamparo. Y por su obra y gracia sigue olvidándolos en Colombia, en Bolivia, en el Perú, en el Brasil.
En 1857, Albert Nieman desvela el misterio de la hoja sagrada de los Incas. Aísla de la coca un poderoso alcaloide, la cocaína, cuyas propiedades anestésicas locales son descubiertas más tarde por Karl Köper y Sigmund Freud. Pero los cristalitos blancos, introducidos en la sangre, también constituyen un poderoso estimulante del psiquismo y de la atención, cuya toxicidad y efectos estupefacientes los hacen descartar pronto de la farmacopea.
El descubrimiento de Nieman marca un hito. Se empiezan a transformar hojas de coca en pasta, de igual modo que, desde hace siglos, se transformaba en opio el zumo de la adormidera. Luego se extrae de esta pasta la cocaína, esencialmente en Europa, para un pequeño círculo de iniciados. La misma se pone de moda en los medios del espectáculo o del placer. La "Belle Otero" se aficiona a la "gozosa excitación" que procuran las tomas. Conan Doyle hace absorberla a Serlock Homes en sus novelas. Edison, Gounod, Rodin, Julio Verne se delectan con el "vino Mariani", la "bebida de los trabajadores del cerebro" 30 gramos de hojas de coca por litro - lanzado en 1863 y prohíbido en 1914. El invento de Angelo Mariani suscita imitaciones. La más célebre es la de John Smytht Pemberton, quien la presentó en 1886 en Atlanta (Georgia) bajo el nombre de "Coca-Cola". A raíz de un famoso proceso que tuvo lugar a comienzos de siglo, la Coca-Cola Corporation se vio privada del derecho de emplear alcaloides en la composición de su
mejunje, para cuya fabricación sigue importando no obstante hojas de coca peruanas, que utiliza con fines aromáticos.
DE LA PLANTA DE LA COCA AL POLVO : DE TRES A CINCO QUINTALES DE HOJAS PARA UN KILO.
La fabricación de la cocaína no exige ninguna técnica costosa o complicada. En los altiplanos andinos, la coca crece por sí sola. Es un arbusto de unos 80 cm de alto, muy robusto, del que se recogen las hojas ovales cuatro veces al año. La primera cosecha se puede efectuar dieciocho meses después de la plantación, y durante veinte años.
Tan pronto como se han secado las hojas de coca, se ponen a actuar los pisadores. Durante noches enteras van a pisar una mezcla de hojas, de heroseno y de ácido, que pronto constituye una pasta que quema los miembros: el sulfato de cocaína. Son noches infernales a 10 $ y algunos cigarrillos para olvidar el dolor.
Queda por extraer la cocaína de esta pasta, en una proporción de tres a nueve por mil, según las regiones... y las estimaciones contradictorias de los especialistas.
El National Narcotics Intelligence Consumers Committee (NNICC) funda sus estimaciones en rendimientos anuales muy bajos : una tonelada de hojas por hectárea en el Perú y en Ecuador, 800 kilos por hectárea en Colombia, 1,4 tonelada en Bolivia. El NNICC retiene un índice medio de transformación de 500 kilos de hojas secas por un kilo de cocaína.
La Comisión de Narcóticos de la ONU estima por su parte en 86.234 toneladas de hojas de coca la producción boliviana de 1986, en 30.663 hectáreas,o sea, un rendimiento de 2,8 toneladas por hectárea : el doble.
Aunque la ONU no evalúa la concentración de las hojas en cocaína HCI, parece, según fuentes locales, que Bolivia también se distingue por la calidad de su producción: 300 kilos, o hasta 200 kilos de hojas, en lugar de 500, bastarían ahora para producir 1 kilo de cocaína HCI.
Incluso los más bajos rendimientos evocados permitían hace algunos años que los campesinos andinos gozaran de unos ingresos por hectárea que eran el doble de los campesinos birmanos cultivadores de adormidera : unos 3.000 $ (4.000 $ en Bolivia). Lo cual ponía a unos 1.500 $ el equivalente en hojas de un kilo de cocaína refinada.
Pero dos características distinguen claramente la agricultura de la coca y la de la adormidera. En primer lugar, las hojas de coca son muy voluminosas. Entre la cosecha de las hojas y la cocaína, el producto de la coca pierde 500 veces su peso (10 veces entre el opio y la heroína).
Por ello la transformación en cocaína se efectúa tradicionalmente en la región de cultivo, mientras que es reciente la transformación del opio en heroína en el propio lugar. También es ésta una de las razones de que el tráfico ilegal de cocaína, un poco como el de la heroína mexicana, se organice tradicionalmente desde los países de producción, y no desde los países de consumo o de transformación.
Segunda característica de la coca, arbusto duradero: su cultivo es mucho más flexible que el de la adormidera.
LA PRODUCCION ILICITA : MAS DE 400 VECES LA PRODUCCION LICITA.
La cocaína se emplea muy poco para fines lícitos: menos de una tonelada al año, con lo que se preparan diversos linimentos. El principio activo se extrae entonces de las hojas de coca con eficaces técnicas gracias a las cuales se produce un kilo de cocaína con 60 kilos de hojas.
El kilo de cocaína en el mercado lícito al por mayor vale unos 3.000 $. Cuando llega a la farmacia expendedora - se compra por gramos -, el farmacéutico lo adquiere a unos 4.000 $.
La producción ilícita, infinitamente más rentable, se sitúa a otra escala. Según las altas estimaciones de la oficina internacional de narcóticos del Departamento de Estado, Bolivia, Colombia, Perú y Ecuador habrían cosechado por sí solos 162.700 toneladas de hojas de coca en 1985, cifra que pasó a 213.650 toneladas en 1988. Con lo que se pudieron fabricar, en base a una ponderación media, 428 toneladas de cocaína pura en 1988, «más de 400 veces el consumo lícito mundial! Y éstas son tan sólo estimaciones publicadas en Washington. Las misamas hacen sonreír en los lugares de producción.
Lo que sí es seguro es que las superficies cultivables de coca en los países andinos sólo se utilizan actualmente en su tercera parte. Como para el opio, queda margen de sobras.
LOS PRECIOS CAEN EN PICADO
Lo que amenaza a los traficantes no es la falta de abastecimiento, sino la caída de los precios. Los mismos estaban a su nivel máximo en 1984. En cuatro años se vieron divididos por 10 en la fase de producción, y por 5 en la fase de venta al por mayor y al por menor.
Esta caída en picado de los precios recuerda otra: la del petróleo. La comparación no es fortuita. Desde el desarrollo del mercado ilícito de la cocaína, la transformación y la distribuición de la misma eran dominadas por el cártel de Medellín, al igual que la producción de petróleo lo era por la OPEP.
Al comienzo: una producción limitada de cocaína, una enorme demanda potencial, gigantescos márgenes, y un grupo de traficantes que dispone del 95% del mercado. Ahora bien, el cártel de Medellín, como tampoco la OPEP, no tenía los medios de limitar la producción y de mantener los precios. Los campesinos multiplicaron las plantaciones; los beneficios esperados del tráfico hicieron surgir las vocaciones, se instaló la competencia salvaje.
A la llegada: la crisis de sobreproducción, la guerra de precios y la debilitación de la posición dominante del cártel. A éste no le queda otra estrategia que la de despachar el excedente con nuevos productos, y sobre todo invertir en Europa -a condición de apañárselas con los traficantes de otras conexiones. Los vínculos recientemente establecidos entre el cártel de Medellín y la Mafia europea, así como el desarrollo del "crack" en el mercado al por menor constituyen otros tantos ejemplos de estas iniciativas.
LOS "BARONES" DE MEDELLIN
En el centro de Colombia, Medellín es un poco la Ryad de la coca, el centro neurálgico del tráfico mundial. Ahí, o más al sur, en Armenia, es donde residen, o residían, los "barones" de la coca.
Jorge Luis Ochoa Vázquez, la 14ª mayor fortuna mundial, por delante de los Rockfeller, según la clasificación de la revista estadounidense "Forbes", 3.000 millones de dólares, condenado a veinte meses de cárcel en 1986 por... contrabando de toros, detenido de nuevo a finales de 1987 y puesto en libertad "por casualidad". Pablo Escobar Gavira, una fortuna estimada en 2.000 millones de dólares, considerado un excelente pistolero, financiero del partido liberal y benefactor de Medellín, en donde financió la iluminación del estadio y ofreció 1.200 casas para los pobres de la ciudad.
Roberto Suárez, el "Robinhood" de la cocaína colombiana, 400 millones de dólares de ingresos anuales, muy popular desde que hizo construir a sus expensas carreteras, hospitales, escuelas.
Roberto Vesco, el "blanqueador", el especialista de las finanzas, propietario de un banco en las Bahamas, el Colombus Trust, ofreció en 1972 200.000 $ al comité para la reelección de Richard Nixon... el cual los aceptó. Expulsado de Bahamas, parece que se reconvirtió en Cuba al tráfico de material electrónico con el Este.
Por último, Carlos Lehder, antiguo sicario de la mafia cubana, propietario en las Bahamas de una isla para el tránsito de la cocaína, Norma's Cay, propietario de un periódico "Quindio Libre, 600.000 ejemplare diarios, fundador de un partido neo-nazi que lucha contra... la extradición a los Estados Unidos de los traficantes de droga, financiero de la camapaña electoral del presidente conservador Betancur en 1982. Fue detenido el 4 de febrero de 1987 e inmediatamente extraditado a los Estados Unidos.
Estos personajes pusieron de manifiesto todo su poder al proponerle muy oficialmente al gobierno de Bogotá pagar la deuda colombiana con los bancos occidentales -14 mil millones de dólares en valor nominal, mucho menos en valor real a cambio de la garantía de que nunca se les extraditaría a los Estados Unidos.
El reparto del valor añadido
El reparto del valor añadido en la conexión de la cocaína es radicalmente distinto de lo que sucede en la conexión de la heroína. Los objetivos no son los mismos. Al menos hasta el desmoronamiento del precio de la cocaína.
En 1984, el mercado de la heroína ya se lo disputaban ardientemente varias grandes redes, una multitud de pequeñas, y cuatro regiones de producción. Es tentador integrar lo antes posible una conexión. El precio de la heroína se multiplica por diez entre el comercio al por mayor y la distribución al por menos: los beneficios se hacen en la parte final del circuito.
El mercado de la cocaína, en cambio, ya rebasa probablemente el centenar de toneladas, nada más que en los Estados Unidos. La producción también está concentrada un una sola región. Y el cártel de Medellín es el verdadero centro nervioso del tráfico. Cierto, entre el mercado al por mayor y la distribución al por menor, el valor de estas cien toneladas se multiplica por cinco, pasando de 6.000 millones de dólares a 30 millones de dólares. Pero, para qué correr grandes riesgos en los países consumidores, cuando se pueden distribuir, entre unos pocos, 6.000 millones de dólares?
El cártel de Medellín escoge la prudencia y se organiza como exportador, integrando la conexión de la transformación al suministro al por mayor en los Estados Unidos. Una vez deducidos los gastos de producción, de transformación y de transporte (10.000 $ por kilo com máximo), cada kilo le trae al cártel 50.000 $ netos. Si suministra por sí solo las tres cuartas partes de las importaciones norteamericanas, como lo señala la Drug Enforcement Administration, sus ingresos ascienden a 3 ó 4.000 millones de dólares al año.
LOS SECRETOS DEL CARTEL
El secreto del cártel estriba en su organización, saludada como "la mayor, la más rica y la más sofisticada" por la administración norteamericana, que todavìa no se ha repuesto de su asombro al ver cómo los traficantes colombianos acaparaban en su exclusivo beneficio una agricultura y un procedimiento de transformación tradicionalmente existentes en Bolivia y sobre todo en el Perú.
El imperialismo
La historia y la geografía explican este imperialismo de los colombianos sobre los demás países andinos.
Cuando Fidel Castro toma el poder en La Habana en 1960, la mafia cubana, expatriada a Miami, trata de satisfacer a la clientela norteamericana de lujo que había intoxicado en Cuba. Importa, así pues, un poco de cocaína de Colombia, luego cada vez más y más. Se establece un acuerdo entre los proveedores colombianos que refinan y los cubanos que trafican y distribuyen. Pero los colombianos están en posición de fuerza, gracias a los capitales obtenidos paralelamente del tráfico de marihuana. En 1978, se amparan de toda la conexión de la cocaína, de la que han eliminado a los cubanos, y obtienen bastantes beneficios como para pasar a la velocidad superior. Cuando explotan en los años ochenta la demanda norteamericana, las redes de traficantes colombianos ya están organizadas como multinacionales.
La geografía? De todos los países producctores de coca, sólo Colombia dispone de una salidad marítima al norte, en el Caribe, a dos pasos de avión de las costas de Florida. En la tupida selva colombiana, una sangradera constituye una terreno de aterrizaje clandestino totalmente conveniente. Tanto para importar la pasta de coca del Perú y de Bolivia, al sur, como para exportar el producto acabado a los Estados Unidos, al Norte.
La organización
La organización es auténticamente ejemplar. Los cultivadores, en grupos independientes, están protegidos por el cártel. La pasta de coca es transportada por aviones hacia los laboratorios, en donde el producto acabado es empaquetado en bolsos de un kilo, debidamente etiquetados en función del destino, agrupados por lotes, listos para la gran salida, en avión para el 60% de los mismos. Una vez llegado a los Estados Unidos, el cargamento podrá ser muy rápidamente cambiado por dólares, bajo la suprema vigilancia de uno de los expertos financieros de la organización. Este se encargará de blanquear el dinero en un banco, y de que una parte regrese a Colombia, donde los sicarios del cártel cuestan muy caro.
A comienzos de los años 80, Pablo Escobar y Jorge Ochoa lograron incluso fusionar sus dos empresas, una "joint venture" como se las describe en los periódicos financieros. Escobar, ayudado por Gustavo Rivera, importaba la cocaína-base, dirigía los laboratorios, organizaba los transportes y la distribución. Ochoa supervisaba la protección, la corrupción y las finanzas. En suma,un director general y un presidente.
El transporte
El transporte de la cocaína, especialmente con aviones privados, es una actividad sumamente arriesgada. Por ello es totalmente subcontratada a pilotos norteamericanos, que hacen su agosto por el precio de 3.000 a 5.000 $ el kilo librado a su destino.
Los aparatos se compran de ocasión. Basta consultar regularmente el periódico "Trade-a-plane", que publica tres veces al mes miles de anuncios por palabras de ventas: especialmente las de la administracióon norteamericana, cuando se ha incautado de un avión que trasnportaba droga...
Para penetrar en el espacio aéreo colombiano, basta generalmente con pagar 10.000 a 25.000 $ por vuelo a oficiales de la navegación aérea, y entenderse con ellos sobre una "ventana" de paso a una hora concertada. A la vuelta, no se trata de corromper a las autoridades norteamericanas. Pero el tráfico es tan denso en el golfo petrolero de México, que basta con reducir la velocidad y descender a 500 ó 1.000 pies: los rádares confunden el avión suministrador de cocaína con un helicóptero proveedor de las plataformas petroleras. Por último, se encuentra en los Estados Unidos todo el equipo eleectrónico y de radio que haga falta para asegurar un viaje tranquilo a los narcotraficantes. Uno de ellos se ofreció material por valor de 200.000 $. Lo pagó con dinero contante y sonante que sacó de un maletín. Nadie se asombró lo más mínimo.
Los narcos utilizan alternativamente todos los medios de transporte, tratando de sortear la vigilancia de los guardacostas norteamericanos. Su último hallazgo: un submarino de bolsillo sin equipaje, arrastrado por un barco de superficie, de donde se le hace sumergir por telemando al acercarse a las costas de Florida, muy vigiladas.