Radicali.it - sito ufficiale di Radicali Italiani
Notizie Radicali, il giornale telematico di Radicali Italiani
cerca [dal 1999]


i testi dal 1955 al 1998

  RSS
mer 07 mag. 2025
[ cerca in archivio ] ARCHIVIO STORICO RADICALE
Conferenza droga
Ruiz-Portella Xavier - 24 maggio 1990
LA ECONOMIA DE LA DROGA (7)

Continuación del libro de J.-F. Couvrat y N. Pless

.

LOS DESAFIOS DE LA SOBREPRODUCCION

Un poco más y a los narcos de Medellín se les va a pique el tinglado. Entre 1983 y 1988, aparecieron traficantes exteriores al cartel, se duplicó la producción andina y se desmoronó el precio de la cocaína.

En el mercado al por mayor, el derrumbamiento es espectacular: 60.000 $ en 1982, 26.000 $ en 1987, 12.000 en 1988, las ganancias de la conexión se han dividido por cinco. Y el cartel tiene que compartirlas ahora con competidores cada vez más numerosos, que organizan redes independientes que van desde la producción hasta la exportación.

Reflejo lógico: el cartel intentó en primer lugar exportar más, con lo que sólo logró acelerar la caída de los precios. Tuvo que buscar nuevas salidas en Europa e innovar en la producción.

Para penetrar en Europa, los hombres de Medellín tienen que decidirse a hacer componendas.

Desde 1985 conciertan acuerdos con la mafia italiana, un pasaporte para Europa. El mismo "blanqueador", Eduardo Orozco, lava el dinero de la coke colombiana y el de la heroína siciliana. También se tienden puentes hacia la camorra napolitana. Durante el verano de 1988, la policía detiene a traficantes mientras estaban en plena negociación, tratando de intercambiar heroína por cocaína en una proporción de un kilo por cuatro. Un "deal" significaba: la cocaína es dos veces más cara en Europa que en los Estados Unidos.

También tuvieron que encontrar medios de transporte menos caros que el avión. De Colombia a Europa, donde penetra sobre todo por España, Holanda y Francia, la cocaína viaja en enormes cantidades a través de contenedores cargados en barcos mercantes, o dismiluda en latas de conserva que se almacenarán en depósitos. Una parte de los mismos volverá a cruzar el Atlántico hacia los Estados Unidos, punto final de un periplo destinado a burlar el control aduanero y policiaco: la administración estima que la quinta parte de la cocaína importada en los Estados Unidos transita por Europa.

En el mercado europeo, la competencia también es muy viva. Todos los medios son buenos para los pequeños traficantes. En el centro de selección postal de la estación Montparnasse en París, se tienta sistemáticamente la correspondencia expedida de Colombia: se encuentran hasta treinta cartas diarias cargadas de cocaína, 14 kilos aprehendidos en seis meses. Incluso se encontró cocaína en suspensión en ropa húmeda: 6 kilos recuperados después de secada.

Derivativos

Los hombres de Medellín han manifestado su conocimiento del marketing al ofrecer nuevos productos en los tres continentes. Junto a la cocaína para esnifar cada vez más pura, han aparecido unos muy peligrosos sucedáneos para jóvenes sin dinnero.

En América Latina es el "bazuko". El nombre es evocador y el producto cumple sus promesas: una mezcla de cocaína, de éter y de sulfato, con la que se llenan cigarrillos de los que se ha sacado el tabaco. Vendido a muy bajo precio, su efecto es fulgurante, pero lo bastante breve como para que el consumidor tenga que repetir, tratando de saciar la terrible ansia que le invade poco después de haberlo tomado por primera vez. Es lo que pretendían sus inventores, que vierten de tal modo una parte de sus productos semitransformados en el mercado minorista local. El cartel de Medellín sabe administrar sus excedentes.

En los Estados Unidos y en Europa, los traficantes han lanzado el "crack", que persigue los mismos objetivos técnicos. Es la cocaína pura menos voluminosa para el transporte que se transforma en el país destinatario en una especie de coca-base: agregándole una mezcla de agua y de bicarbonato sódico o de amoniaco, menos volátiles que el éter empleado en los países andinos. La mezcla tiene el aspecto de un jabón blanquecino. Se vende en frasquitos de plástico transparente: 10 $ la dosis en 1987, 5 $ en 1988 en Nueva York. Un veneno y una trampa para estudiantes de secundaria.

El comercio internacional de la cocaína está pues en pleno auge, al menos por lo que se refiere a su tonelaje. Después de Europa, que toma el relevo del mercado norteamericano bastante estancado, se empieza a encontrar cocaína en los continentes africano y asiático, en donde se señala la existencia de pequeños cultivos de coca.

LOS MERCADOS DE LA COCAINA

La marihuana hace joven. La heroína hace sucio. La cocaína hace limpio. En los medios del espectáculo y de la puublicidad, hay quienes creen que ayuda a la creación, y se escapan un instante de las reuniones de trabajo, para ir a "esnifar" en los lavabos la "raya" que hará de ellos unos superhombres. En Wall Stree ha sido considerada como el arma absoluta de los "golden-boys" que pasan 18 horas dirarias pegados a las pantallas de sus ordenadores. Los asiduos a ciertas veladas mundanas conocen perfectamente el camino de la cocina, donde les espera su dosis favorita. A veces, la gente no se anda siquiera con las pamplinas de una vana discreción: preparadas de antemano, las rayas circulan entre los diversos grupos en medio de las bandejas de canapés.

La cocaína es en los países desarrollados la droga de las redes de lujo, librada a domicilio mejor que en la calle donde su reciente aparición es considerada por lo demás como el signo de la explosión del mercado. Por ello, su distribución resulta menos arriesgada que la de la heroína.

En los países productores, el consumo de cocaína y de pasta de coca se ha convertido en una plaga.

Los Estados Unidos; primer mercado

Los Estados Unidos y Canadá son sin lugar a duda el primer mercado mundial de cocaína. Pero cabe poner en tela de juicio las cifras oficialmente dadas.

El consumo nortemaericano se evaluaba en 33 a 60 toneladas en 1983, en 72 toneladas en 1985, para unos 4,5 millones de consumidores. Desde entonces, el NNICCC (National Narcotics Intelligence Consumers Committee) ha dejado de publicar cifras. Entre las estimaciones oficiales de importaciones y de consumo, se da una notable diferencia: 61 toneladas en 1984, 35 toneladas en 1985. Las incautaciones (11 toneladas enn 1984 y 26 toneladas en 1985) no explican toda la diferencia : es flagrante que hay un importante almacenamiento voluntario o involuntario.

Estas estimaciones son en realidad el resultado de un círculo vicioso, pues las cifras publicadas no escapan a los imperativos políticos: la administración norteamericana no puede afirmar que vence en su guerra contra la droga, y proporcionar los instrumentos de medida de su fracaso.

La evaluación del consumo se funda en la evaluación de las importaciones, tributaria de las estimaciones de producción. Ahora bien, el Departamento de Estado norteamericano tiende a subestimar la producción de los países abastecedores. Paralelamente, el vertiginoso desarrollo de las aprehensiones 11 toneladas en 1984, 26 en 1985, 45 en 1986, 56 en 1987 puede ser presentado como un triunfo de la guerra contra la droga, siempre y cuando se mantenga un relativo estancamiento de las importaciones y del consumo.

Ordenemos las cifras. Entre 1983 y 1988, la capacidad productora de los principales países abastecedores habría pasado de 307 a 575 toneladas, si el rendimiento en Bolivia es efectivamente de 5,6 kilos de cocaína HCL por hectárea, como lo indica la ONU, y no de 2,8 kilos, según la administración norteamericana. Las aprehensiones mundiales de cocaína pasaron de 41 toneladas en 1983 a 128 toneladas en 1986. El volum máximo de cocaína disponible en el mercado mundial habría pasado por consiguiente de 266 toneladas en 1983 a 447 toneladas en 1988, suponiendo que las aprehensiones se hubieran mantenido estables desde 1986. Este auge de la oferta es totalmente coherente con la caída de los precios registrada durante este periodo.

Es sin embargo verosímil que el mercado de los Estados Unidos sólo haya absorbido a penas el tercio de esta capacidad disponible en 1985 un año en que el mercado europeo todavía está bastante poco desarrollado ? Cabe plantearse la pregunta. Asimismo, parece poco plausible que el consumo norteamericano haya disminuido en un 5% entre 1984 y 1985.

Sea como sea, en valor, el mercado norteamericano al por menor nunca ha igualado sin duda su récord de 1984: 24.000 millones de dólares, si nos atenemos a las evaluaciones oficiales, y quizá mucho más. Se situaría en 1988 entre 15 y 20.000 millones de dólares, si el consumo supera las 200 toneladas, o sea, cerca del 40% del volumen mundial disponible después de incautaciones.

Europa: un mercado todavía secundario.

El mercado europeo de la cocaína, aunque está en plena expansión, todavía es un mercado secundario. Sólo cabe medirlo mediante evaluaciones de producción. Los volúmenes aprehendidos dan una primera idea: en 1985, una tonelada frente a 26 en los Estados Unidos ; en 1986, dos toneladas frente a 45 ; en 1987, 4 toneladas frente a 56.

Consumirían los europeos veinte veces menos de cocaína que los norteamericanos? Nada es menos seguro. Las aprehensiones dan una muy vaga idea de la evolución del tráfico y de la eficacia de la represión. Los policías y los aduaneros franceses estiman que cerca del 10% del tráfico va a parar a sus redes. Pura humildad. Si sus colegas norteamericanos se prevalecieran de igual índice de logro, ello implicaría que en 1987 habrían entrado en su territorio 560 toneladas de cocaína, «mucho más que el conjunto de la producción mundial estimada!

Así pues, no se puede sacar ninguna conclusión de la evolución de los volúmenes incautados. En realidad, en un mercado tan "nuevo", policías y traficantes van juntos a clase.

Otro inconveniente: las estadísticas de aprehensiones no siempre distinguen claramente la mercancía en tránsito de la mercancía llegada a su destino. Ahora bien, España y Holanda son dos importante lugares de tránsito en Europa, como también lo es Francia, a causa de la situación particular de las Antillas, que resultan una práctica escala en el viaje de América Latina a Europa.

Ni los tratamientos médicos ni, con mayor razón, las detenciones de consumidores son fiables instrumentos para cuantificar el tráfico. "Los drogadictos ocasionales se hacen detener más fácilmente", explica el Sr. Bernard Gravet, director de la Oficina Central de Represión contra el Tráfico Ilícito de Narcóticos. "A veces se detiene a un tipo que ha carecido de suerte, siendo arrestado en una redada por habérsele encontrado encima la única dosis que hubiera consumido en todo un año."

La cocaína surgió recientemente en Europa. De la encuesta multiciudades del Consejo de Europa se desprende que en 1985-1986 la cocaína sólo se comercializaba de manera importante en Madrid, Londres, Amsterdam y París.

No se puede hablar, como en los Estados Unidos, de una "cultura" de la cocaína en Europa, donde todavía está reservada a algunos círculos de iniciados. Pero el mercado evoluciona con gran rapidez, como lo prueban las enormes cantidades aprehendidas de una sola vez. Nadie sabe hacia dónde se encamina Europa. Tendría, para la cocaína, como para muchas otras costumbres, diez años de retraso sobre los Estados Unidos?

En total, conforme a la hipótesis de que los Estados Unidos absorben 200 toneladas y Europa 50, el mercado mundial de la cocaína no rebasa sin duda en la actualidad los 24.000 millones de dólares al por menor, o sea, unos 4.000 millones de dólares al precio del por mayor.

 
Argomenti correlati:
stampa questo documento invia questa pagina per mail