A la ley Craxi ya le salieron émulos en España (y es de temer que lo mismo ocurra pronto en otros países). El ministro español de Sanidad acaba de declarar, en efecto, que el gobierno está estudiando penalizar el consumo público de droga, siguiendo el ejemplo adoptado por otros países, y especialmente Italia.
O sea, que si los socialistas españoles se habían contado entre los primeros en liberalizar, aunque tímidamente, el consumo de drogas, ahora cambian de orientación y se contagian la histeria prohibicionista que lo invade todo.
Y como declaró ante la televisión española el Catedrático de Derecho Penal C. González, " cómo se puede pretender perseguir penalmente a los dos millones y pico de consumidores de hachis que hay en España?" Y lo mismo se podría decir de los consumidores de las demás drogas. Pero es cierto que la cordura y el prohibicionismo andan a la greña.