Según informaciones publicadas estos últimos días por la prensa, la agencia antinarcóticos estadounidense (D.E.A.) está investigando una información difundida por la cadena NBC, según la cual un grupo de terroristas aprovechó una operación encubierta de la D.E.A. en Oriente Próximo para colocar la bomba que hizo estallar un Boeing 747 de la compañía Pan Am sobre la localidad escocesa de Lockerbie. El atentado, atribuido al Frente Popular para la Liberación de Palestina, liderado por Ahmad Jabril, se produjo el 21 de diciembre de 1988 y provocó la muerte de 269 personas.

La D.E.A., que anunció la apertura de una investigación para comprobar la información de la NBC, ha confirmado que durante los días que precedieron al atentado, algunos de sus agentes estaban desarrollando una operación cuyo objetivo era comprobar las vías de entrada de cocaína y heroína libanesa en el área de Detroit, vía Frnakfurt.

Según la NBC, los terroristas conocieron los planes de la D.E.A. y descubrieron que sus agentes utilizaban maletas cargadas de droga para examinar los controles aduaneros estadounidenses, y que las maletas no eran revisadas en Frankfurt.

Según la NBC, una de las maletas de la D.E.A. fue sustituida por otra similar con una bomba y que atravesó todos los controles en Frankfurt bajo la atenta mirada de los aduaneros alemanes y los agentes antinarcóticos norteamericanos, sin que ninguno de ellos pudiera imaginar que se había producido un cambiazo. El avión voló a Londres y cuando emprendió el viaje hacia Nueva York estalló en el aire.