Marco TaradashRoma, 29 de noviembre de 1990
Querido Marco:
quisiera explicar brevemente por qué no he participado en la Asamblea nacional del CORA.
La primera razón es la relación entre el CORA y el PR. Por una cuestión de principios, siempre he estado en contra del vínculo de inscripción al PR, que me parece contradictorio con la profesión "antipartidocrática" del PR.
Desde el punto de vista práctico, la relación condicionada entre CORA y PR se ha concretado en la programación (además no explícita en la primera carta de convocación) de un mitin de celebración del divorcio a las 15:30 del sábado, que ha determinado una interrupción forzosa de la Asamblea del CORA, en detrimento del desarrollo total del debate interno y de la disponibilidad de mi tiempo - y del de los compañeros procedentes de otras ciudades.
La segunda razón está relacionada con la cuestión de la LIA, en particular con el reciente Fórum de Atenas, en el que he participado. En dicha ocasión, pude experimentar la radical y definitiva incompatibilidad entre mi exigencia (existencial pero también política) de participar en un proceso creativo a través del intercambio de ideas, y la aproximación cultural de los "políticos" de profesión. Y puedo tranquilamente añadir que mi impresión ha sido compartida por gran número de participantes extranjeros en el Fórum de Atenas. Paradójicamente, se está creando en nuestro seno ese "divorcio entre ciencia y política" que tanto hemos acusado como matriz de las estrategias prohibicionistas.
A estas observaciones mías podrás objetar que hubiese podido exponerlas personalmente en la Asamblea. Si no lo he hecho es porque la experiencia me ha enseñado que en el PR quien critica las opciones de los altos órganos está fatalmente destinado a sucumbir - por una serie de motivos pertenecientes a la "psicopolítica". Mi negación a hacer acto de presencia puede ser la manera más eficaz de manifestar mi disenso; desde luego, es la más conveniente desde el punto de vista de la higiene mental.
Naturalmente, estoy a tu disposición y a la del CORA para cualquier contribución técnica que se considere necesaria para las iniciativas antiprohibicionistas.
Un cordial saludo.
Giancarlo Arnao