PESCA UE (Previsión)/NEGOCIACIONES ATASCADAS ANTE INMOVILISMO DELEGACION CANADA

Bruselas, 12 abr (EFE). Las negociaciones pesqueras entre la Comisión Europea y Canadá no han logrado los avances esperadospara lograr un acuerdo ante el inmovilismo de la posición canadiense, aseguraron hoy, miércoles, fuentes comunitarias.

Canadá "no muestra una auténtica voluntad negociadora y reabre continuamente puntos que ya habían sido acordados", aseguraron las fuentes.

"Creemos que Canadá no quiere cerrar un acuerdo pronto para presionar a la Unión Europea", provocar una falta de solidaridad y sacar partido de ello, señaló una importante fuente comunitaria que pidió el anonimato.

La UE quiere lograr una solución, y está dispuesta a mantener las conversaciones incluso durante las vacaciones de Semana Santa.

Fuentes de la Comisión Europea próximas a la negociación señalaron previamente que hoy podría lograrse un acuerdo si los canadienses mostraban "más flexibilidad".

Sin embargo, los negociadores continúan sin cerrar la mayoría de los puntos que se discuten, si bien en los últimos días se avanzó en bastantes de ellos.

A pesar de ello, las negociaciones sólo se cerrarán cuando haya "un paquete global", indicó un portavoz de la Comisión.

El director general de Relaciones Exteriores de la Comisión, Horst Krenzler, informó hoy a los embajadores de los Quince ante la UE del estado actual de la conversaciones.

El único punto que está prácticamente cerrado es que ambas partes reconocen que lo que se acuerde en Bruselas debe aprobarse oficialmente dentro de la Organización Pesquera del Atlántico Norte (NAFO).

Esta organización multilateral debería asumir todos los acuerdos sobre control de la pesca, respeto a las cuotas y un sistema para solucionar los conflictos.

Los puntos que quedan pendientes son los siguientes:

Los negociadores canadienses no han incrementado realmente su oferta de cuota de 10.000 toneladas para la UE. España exige un mínimo de 13.500 toneladas de fletán negro para 1995 dentro del total NAFO de 27.000 toneladas.

Canadá podría ofrecer un poco más si se soluciona el problema jurídico de las indemnizaciones al "Estai", indicaron fuentes diplomáticas.

Canadá no acepta la fecha límite que propone la UE para que el acuerdo sea refrendado por la NAFO o pierda todo su valor.

Bruselas exige esta fecha, aunque la fije en el Consejo de la NAFO de finales de septiembre, porque "de lo contrario, Canadá, que controla esta organización, no hará todos los esfuerzos para que el acuerdo sea refrendado.

La parte canadiense no se compromete a devolver la fianza de casi 50 millones de pesetas que pagó el armador del pesquero "Estai" y a restituir el valor de la pesca desembarcada en Terranova.

Ottawa sólo ofrece recomendar a su ministro de Justicia y fiscal general para que considere la aplicación del "interés público" en la vista que se celebrará el próximo día 20.

"Esto no supone ninguna garantía, ya que el juez puede no aceptar esta recomendación o suspender la vista hasta más adelante", señalaron fuentes diplomáticas españolas.

Canadá tampoco acepta como buenos los datos comunitarios sobre el fletán pescado en lo que va de año.

Fuentes comunitarias reconocen que los libros de abordo no pueden precisar exactamente la pesca capturada, pero no admiten que Ottawa cuestione todo el sistema comunitario de control de capturas en puertos.

Canadá insiste en reabrir las discusiones sobre los sistema de control. Ambas partes se habían puesto de acuerdo en que haya inspectores en todos los barcos que faenan en la zona, y que un 35 por ciento de los pesqueros sean vigilados por satélite.

Ahora, Canadá exige que los buques de la UE vayan a puerto para recoger a los inspectores, lo que los comunitarios no aceptan por el elevado coste y la pérdida de tiempo que supone.

Bruselas ha propuesto que barcos de Canadá y la UE lleven a los inspectores a bordo de los pesqueros, lo que Ottawa no ha aceptado todavía.

Canadá acepta retirar su legislación que le permite capturar pesqueros comunitarios en aguas internacionales, pero no acepta la petición europea de una cláusula que invalidaría el acuerdo bilateral en caso de que la legislación volviera a ponerse en marcha.

Fuentes comunitarias resumieron el estado actual de las negociaciones señalando que "tememos una estrategia canadiense para alargar los contactos y que nos acabe imponiendo su dictado".