Bruselas, 24 abr (EFE).- La Comisión Europea estudia cambios en la ayuda humanitaria de urgencia concedida a Ruanda -que el año pasado ascendió a 940 millones de dólares-, dado que no se han producido avances en la "habilitación estructural" del país, dijeron hoy, lunes, fuentes comunitarias.
"La Comisión estudiará en su reunión del miércoles la situación creada" tras la matanza perpetrada por los soldados ruandeses el pasado fin de semana en el campamento de refugiados de Kibeho, en el que murieron miles de personas, añadió un portavoz.
"Es imposible avanzar qué decidirán los comisarios sobre la ayuda humanitaria u otras acciones", ya que todas las opciones están abiertas y hay que "coordinar las actuaciones con Francia", que preside de la Unión Europea (UE) este semestre, y con el resto de los países comunitarios, agregó el informante.
La comisaria responsable de la ayuda humanitaria, Emma Bonino, manifestó a través de un portavoz su "gran preocupación" por la reciente matanza y añadió que no está sorprendida, pues ya cuando visitó Ruanda el mes pasado "era evidente que la situación era muy inestable".
Una de las posibilidades que se barajan es reducir la ayuda humanitaria de urgencia (alimentos, medicamentos y elementos de abrigo) para transformarla en ayuda a medio plazo, con la que se pueda apoyar la rehabilitación estructural del país.
Bélgica y Francia criticaron ayer duramente la violenta intervención de las fuerzas gubernamentales tutsi contra los refugiados hutu, con el objetivo de desmantelar el campamento de Kibeho, en el sur del país.
Bonino ha dejado claro en varias ocasiones que la UE no puede mantener el ritmo de ayuda desplegado desde abril de 1994, cuando estalló la guerra civil en Ruanda, que acapara la mayor parte de los fondos comunitarios destinados a mitigar los desastres humanos.
El año pasado, el 42 por ciento del presupuesto de ECHO, la oficina de ayuda humanitaria de la UE, se destinó a Ruanda y Burundi, para alimentar a cientos de miles de refugiados dentro y fuera de los dos países.
Un plan de la comisaria Bonino de "enviar jueces" europeos para rescatar a Ruanda del caos legal que sufre, con decenas de miles de detenidos que no pueden acceder a la Justicia, está totalmente paralizado.
Bonino hizo la propuesta el mes pasado, pero "no hubo acuerdo sobre las posibilidades de éxito", dijeron las fuentes, por lo que nunca se llegó a aprobar.
La Comisión compartió hoy "los temores" de que entre los refugiados hutu en Kibeho hay grupos armados que se preparan para luchar contra el Ejército, controlado por la minoritaria etnia tutsi, pero dijo no tener "ninguna evidencia concreta".