Por Javier Otazu Rabat, 25 abr (EFE).- Marruecos y la Unión Europea necesitan varias semanas para "inventar" un nuevo acuerdo de pesca que permita a los pesqueros europeos faenar en caladeros marroquíes y que sustituya al actual, que expira el próximo domingo, dijo hoy
en Rabat Emma Bonino, comisaria europea de Pesca.
El nuevo acuerdo no podrá estar listo antes de "varias semanas", según coincidieron Emma Bonino y el ministro marroquí de Pesca, Mustafá Sahel, aun cuando mañana se retoman las negociaciones en Rabat, por lo que los cerca de 700 pesqueros europeos -casi todos españoles- que faenan en aguas marroquíes tendrán que permanecer en puerto.
Ante la práctica certeza de que habrá amarre, Bonino dijo en conferencia de prensa que "la Comisión Europea propondrá a la Unión medidas de ayuda que permitan compensar los efectos negativos del amarre de la flota", sin dar otras precisiones al respecto.
La comisaria europea dio hoy una conferencia de prensa en la que explicó las gestiones que ayer llevó a cabo en sus entrevistas con el primer ministro, Abdelatif Filali, el ministro de Pesca y representantes de los sectores pesqueros marroquíes y español (ya que una delegación de armadores españoles se ha desplazado a Rabat para seguir las negociaciones).
Bonino aseguró que en sus conversaciones con los marroquíes no abordó el tema de la reducción de las capturas -principal divergencia entre Marruecos y la UE-, y aseguró a este respecto que las dos partes están de acuerdo en la necesidad de salvaguardar los recursos, "pero las posiciones para traducir este principio aún están lejanas".
Para la comisaria de Pesca, se trata más bien de "buscar un acuerdo imaginativo que no solo sea la transposición de cosas que no han funcionado", y que se base en "desarrollos posibles y útiles para las dos partes en todo lo que es la transformación, la comercialización y las industrias adyacentes".
De este modo, Bonino abundó en la idea de "colaboración conjunta", que sería "la única posibilidad de mantener un sector", y reconoció que esta nueva concepción de un acuerdo "puede ser penosa y dolorosa (para los pescadores europeos), pero es necesaria".
Preguntada por EFE sobre qué había cambiado entre ayer, cuando dijo que esperaba un acuerdo antes del viernes, y hoy, al dar un plazo mínimo de "varias semanas", Bonino que "justamente eso: no se trata de reducción o no reducción (de capturas), sino de "inventar" medidas de partenariado".
La idea subyacente en las declaraciones de Bonino, señalan los observadores, es la necesidad de promocionar las empresas mixtas en el sector de la pesca, tradicional petición marroquí presente en todas las negociaciones pero que en la práctica no ha funcionado de manera positiva.
"Con Marruecos no se trata de reivindicar derechos históricos (ya que) Marruecos es soberano en sus aguas" -dijo Bonino-; se trata más bien de "negociar un acuerdo mutuamente satisfactorio en el que haya un sitio para la pesca tradicional".
Los negociadores que mañana comienzan en Rabat la tercera ronda sobre modalidades y cantidades de pesca tendrán que estudiar no solamente hasta dónde reducir las capturas, sino toda "una aproximación nueva en cuanto a la pesca y al desarrollo conjunto del sector", añadió la comisaria. El ministro marroquí de Pesca, que se presentó en la puerta del hotel para despedir a la comisaria, recordó por su parte que la reducción "es una necesidad", y remitió a los periodistas a una conferencia de prensa que dará en breve para explicar claramente la posición del Gobierno de Rabat.
Las peticiones presentadas por Rabat se resumen principalmente en una reducción de capturas de entre 30 y 65 por ciento, descarga de capturas en puertos marroquíes, incluir un 35 por ciento de marinos marroquíes en los barcos de la UE y desarrollar las empresas mixtas.