Rabat, 26 abr (EFE).- La tercera ronda de negociaciones que hoy, miércoles, comenzó entre Marruecos y la Unión Europea (UE) debe conducir a un acuerdo "radicalmente nuevo" que regule la presencia de pesqueros europeos en caladeros marroquíes, según los observadores en Rabat.

A pesar de que el acuerdo actual expira el próximo domingo, el nuevo acuerdo no estará listo antes de "varias semanas", según señalaron ayer la comisaria europea de Pesca, Emma Bonino, y el ministro marroquí de Pesca, Mustafá Sahel, por lo que los cerca de 700 pesqueros europeos -casi todos españoles- que faenan en aguas marroquíes tendrán que quedarse amarrados a partir del lunes.

Las declaraciones que realizó Bonino ayer tras entrevistarse con las autoridades marroquíes, de que había que "reinventar" un acuerdo de pesca prestando más atención a las otras "ramas" de la actividad pesquera, sorprendieron a los negociadores europeos presentes en Rabat.

Fuentes cercanas a las conversaciones comentaron que la comisaria europea reprodujo prácticamente las tesis marroquíes de que el desarrollo de las empresas mixtas es la única solución a medio plazo para el sector europeo y marroquí en estas aguas.

Bonino, que dijo que no había hablado en sus entrevistas con el ministro de Pesca sobre las reducciones de capturas exigidas por Marruecos, subrayó que "el futuro acuerdo deberá reflejar una nueva visión en cuanto al desarrollo conjunto del sector".

Esta tesis es puesta en entredicho por representantes del sector español, que consideran que la mayoría de las empresas mixtas creadas desde la firma del anterior acuerdo en 1992 han resultado un fracaso. En todo caso, las reducciones ya no serán el único caballo de batalla en la ronda de negociaciones que hoy empieza en la sede del Ministerio de Pesca, aunque siga siendo uno de los principales motivos de preocupación de la flota española.

En las anteriores rondas, los marroquíes han solicitado una reducción del 65 por ciento de las capturas de los cefalopoderos, un 50 por ciento de los arrastreros y un 30 por ciento de los palangreros, y tanto el Gobierno como los armadores marroquíes reiteran que reducir "drásticamente" las capturas es la única manera de salvaguardar los recursos.

Las otras peticiones de Rabat de descargar las capturas en puertos marroquíes y de que el 35 por ciento de la tripulación de los barcos europeos sean marroquíes, además de desarrollar las empresas mixtas, deberán ser estudiadas con mayor atención por parte de la delegaciones.

La descarga en los puertos, aunque se presenta por Rabat como una necesidad para controlar las capturas de los pesqueros, también proporcionaría muchos puestos de trabajo y fomentaría el desarrollo de actividades afines, en detrimento principalmente de los puertos canarios.

Las posiciones están "alejadas", como reconocía ayer la comisaria de Pesca, aunque ahora hay por delante varias semanas para examinar uno a uno los asuntos espinosos.

Por otro lado, Bonino afirmó que las negociaciones de pesca no se van a "complicar" con otras negociaciones que Marruecos tiene abiertas con la UE para un acuerdo de asociación, y aseguró que "no van a servir de moneda de cambio".