Madrid, 27 abr (EFE).- Alrededor de 650 barcos españoles se verán obligados a amarrar en puerto a partir del próximo lunes, al aplazarse hoy las negociaciones entre Marruecos y la Unión Europea (UE) sobre un nuevo acuerdo de pesca, lo que agudiza aún más la crisis del sector pesquero en España.
El acuerdo vigente, por el que se permitía a 700 pesqueros comunitarios faenar en aguas jurisdiccionales marroquíes,expira el próximo 30 de abril, sin que hayan tenido éxito las negociaciones que han mantenido hasta ahora Marruecos y la UE.
La próxima ronda de negociaciones, la cuarta que se realiza, tendrá lugar el 12 de mayo en Bruselas, según lo acordado hoy en Rabat.
Eso significa, según las cofradías de pescadores, que los barcos españoles, con base en los puertos de las atlánticas islas Canarias, Andalucía (sur) y parte del Levante, tendrán que permanecer amarrados al menos un mes y que los 5.000 pescadores afectados se verán obligados a permanecer en tierra.
Para paliar esa situación, el Gobierno español aprobará mañana ayudas por valor de 2.000 millones de pesetas (16,2 millones de dólares), 1.200 millones (9,7 millones) de los cuales proceden de fondos de la UE.
Pero el ambiente en el sector es de "nerviosismo, impotencia y cabreo", según Rafael Montoya, presidente de la Interfederativa Andaluza de Cofradías de Pescadores, para quien las negociaciones pueden prolongarse durante bastante tiempo y quien prefiere "un buen acuerdo antes que un mal acuerdo a la ligera".
Esta crisis viene a echar aún más leña al fuego para un sector que en las pasadas semanas vivió momentos drámaticos con la llamada "guerra del fletán" y que mantiene constantes conflictos con los pescadores de otros países comunitarios.
La detención por parte de la Armada de Canadá del congelador español "Estai" y sus capturas de fletán (especie de rodaballo), en aguas internacionales cercanas a Terranova, en marzo pasado, desató un grave contencioso entre el país norteamericano y la UE, principalmente España.
La "guerra del fletán" llegó finalmente a su término con la firma de un acuerdo entre Canadá y la UE, por el que se reduce en un 70 por ciento la cuota de capturas asignadas a la flota española y que fue acogido con protestas por parte de los pescadores y de los partidos de la oposición.
El Gobierno español, que defendió el pacto como el menos malo que se podía conseguir, ofreció a los pescadores afectados, principalmente de Galicia (noroeste), la búsqueda de caladeros alternativos en el mar de Barents, en Rehjanes, a unas 280 millas al sur de Islandia, y en aguas de la NAFO (Organización de Pesquerías del Atlántico Norte).
El año pasado, otra guerra, la del bonito, enfrentó a los marineros españoles con los de Gran Bretaña, Irlanda y Francia por el uso de aparejos de pesca reglamentarios, y llevó a los
pesqueros españoles a bloquear todos los puertos del litoral norte de España.
La flota pesquera española, la mayor de toda Europa, cuenta con 18.890 barcos y 85.000 marineros, y genera 425.000 empleos en tierra.
Con un valor de capturas cifrados en unos 300.000 millones de pesetas (2.500 millones de dólares) al año, los pesqueros españoles faenan en todos los caladeros que se hallan en el Atlántico desde el mar del Norte hasta la Antártida.
En América, pescan desde las Malvinas hasta Terranova y desde el estrecho de Magallanes hacia aguas próximas a Chile, y a lo largo de las costas de Africa.
El acuerdo EU-Marruecos supone el 18 por ciento de todas las capturas del sector pesquero español, aunque su valoreconómico no es tan elevado por las especies que se capturan.
De las 185.000 toneladas que capturan los españoles en aguas marroquíes, más de la mitad corresponden a la sardina y el resto se reparten entre pulpo, merluza, atún y choco.