Al intervenir en la sesión final de la Conferencia, Bonino subrayó que los quince estados miembros de la Comunidad tienen importantes flotas pesqueras en alta mar y extensas costas, y que los requerimientos de conservación que entrañan ambas situaciones contribuyeron a moldear la posición de razonable equilibrio que mantuvo durante las negociaciones.

Destacó con satisfacción que la Conferencia logró superar complejas discrepancias jurisdiccionales y, de acuerdo con la posición de la Comunidad, se centró en fortalecer la cooperación internacional para una conservación eficaz de los recursos vivos, tanto en aguas de jurisdicción nacional como internacional.

Bonino opinó que las estrictas medidas de conservación que se requieren deben estar basadas en el principio de la unidad biológica de las especies involucradas y en la aplicación de criterios científicos, porque al tratarse de especies altamente migratorias entre zonas su conservación debe abarcar todo el ámbito en que se mueven.

Señaló también que la Comunidad defendió la necesidad de que el régimen se base en organizaciones regionales fuertes y eficaces, que esten abiertas a todos los estados realmente interesados en la pesca, porque sólo la apertura amplia puede permitir a los estados cumplir sus obligaciones de acuerdo con la ley internacional.

"La Unión Europea siempre apoyó un régimen efectivo y legalmente obligatorio, orientado a prevenir disputas donde pudieran producirse, con medios efectivos para resolverlas pacíficamente", dijo Bonino.

Pero subrayó que no se lograron plenamente los objetivos de la UE en esta Conferencia y destacó como fundamental el principio de no recurrir a la fuerza.

Subrayó que esa es la piedra angular de las relaciones internacionales y que en nuestros sistemas sólo puede emplearse fuerza contra civiles en un marco estricto de garantías legales, que no constan en el texto propuesto y no satisfacen las enmiendas aceptadas.

"Espero que la redacción vaga en este cuestión se concrete de acuerdo con los principios relevantes de la ley internacional, en el marco de las organizaciones regionales y subregionales y de los acuerdos previstos", agregó.

Subrayó también la necesidad de que las organizaciones y los acuerdos regionales y subregionales sean abiertos, sin discriminaciones y transparentes, para que sus decisiones sobre el acceso a los recursos y los procedimientos para asegurar el cumplimiento de las normas sean respetados por todos los estados.

El acuerdo para peces altamente migratorios entre zonas se firmará y entrará en vigor cuando reciba 30 ratificaciones de otros tantos países miembros de la ONU.