Los últimos acontecimientos han provocado "una catástrofe humanitaria", con decenas de miles refugiados croatas, musulmanes y serbios huyendo de distintas regiones de Bosnia y Croacia, añadió.

Kosovo, provincia meridional serbia con un 90 por ciento de población albanesa y graves tensiones étnicas con el Gobierno de Serbia, ha sido elegida por Belgrado para asentar a parte de los refugiados que huyeron de Krajina, tras su reconquista por el Ejército croata a principios de este mes.

La comisaria esperará el regreso del ministro español de Asuntos Exteriores, Javier Solana, que efectúa una gira por la antigua Yugoslavia, para emprender un viaje en el que estudiará las posibilidades de acción humanitaria.

Bonino no quiso pronunciarse sobre la petición alemana de que los refugiados que sean acogidos en la Unión Europea (UE) se repartan por cuotas entre los Quince, ya que Bonn no puede recibir a todos los que desean quedarse en su territorio.

"Esa no es mi competencia, sino de los Estados miembros, aunque yo puedo ayudar a encontrar una solución", señaló.

Tras la huída masiva de krajineses a Bosnia y Serbia, los serbios están expulsado a los últimos musulmanes y croatas de las zonas que controlan en Bosnia, en especial Banja Luka (norte del país).

"Podemos prever que acabaremos con unos 60.000 refugiados musulmanes y croatas más" de los que ya hay y, además, con el invierno acercándose, indicó.