Tiene 47 años, aspecto frágil y una voluntad de hierro. Emma Bonino, comisaria europea de Pesca, Ayuda Humanitaria y Consumo, es lo contrario a un burócrata de Bruselas: en su lucha contra la pena de muerte, la energía nuclear, el hambre y el armamentismo utiliza métodos poco tradicionales y francamente contundentes.
EL PAIS, pag. 26,
texto: Xavier Vidal-Folch, 2 foto Bonino de Gorka Lejarcegi
Fue rebelde porque tuvo que abortar, en 1975. Desde entonces se apuntó a todo bombardeo en que estuviesen en juego los derechos humanos contra la razón de Estado; el riesgo y la responsabilidad individual frente a las máquinas del poder. Parlamentaria radical, se movilizó contra la pena de muerte, la energía nuclear, el hambre, el anmamentismo, con esas técnicas que aúnan la contundencia del movimiento norteamericano por los derechos civiles de los años sesenta y la oportuna inspiración mediática de los noventa. Emma Bonino (Bra, Italia, 1948), doctora en Lenguas (aprendió el castellano "en la calle"), es, desde el pasado enero, la comisaria europea de Pesca, Ayuda Humanitaria y Consumo. Encarna todo lo contrario de lo que se supone debe ser un burócrata de Bruse/as. Cuando Ruanda está a punto de volver a estallar, allá se presenta, para hablar a refugiados, ministros, víctimas y verdugos con un mismo y único lenguaje de reconciliación. Cuando la Anmada canadiense secuestra a un barco español, defiende el
Derecho Internacional y predica la limitación de capturas. Cuando se teme una reanudación del litigio pesquero en el Cantábrico, se descuelga en un barco inspector de Bruselas. Cuando cae Srebrenica, se persona en Bosnia para organizar la ayuda alimentaria, contar los refugiados y denunciar 12.000 desapariciones.
De apariencia frágil y decisión metálica, Bonino se ha ganado en la Unión Europea a todos los que enarcaban las cejas al contemplar su trayectoria excéntrica para los cánones tradicionales y dudaban de una liberal de izquierdas nombrada para el puesto por un Gobierno de derechas. Y es que en su departamento los funcionarios también ríen.
Qué hace una lingüista como usted en un sitio como éste?
Tengo mucha facilidad para hablar con mucha gente, para comunicarme. Estudié Lenguas en la Bocconi de Milán, casi por azar, porque era la Universidad más lejana y así podía ausentarme de casa. La tradición en mi pueblo, Bra, era ir a estudiar a Turín: se iba por la mañana y se volvía por la noche.
Ya era rebelde, en este caso de la familia.
Adoro a mi familia. Y de lejos, aún más. Da mucha seguridad. Pero sería muy pesado vivir siempre juntos. Nos queremos más porque estamos lejos.
Tiene un hermano y una hermana. Ellos son más clásicos?
Son muy normales. Lo que han decidido hacer, lo hacen bien. Viven en Bra y por fortuna son de una tolerancia extraordinaria. Me quieren mucho. Yo soy /a niña de la casa, porque no me he casado, no tengo un hombre. Me cuidan. No sólo ahora, sino también hace 20 años, cuando era más dificil aceptar mis ideas. Creo que todo viene por mi madre, que siempre ha sido muy tolerante. Mis padres eran campesinos pobres. Nací y crecí en el campo, y luego pasamos a vivir a Bra, una ciudad de entre 20.000 y 30.000 habitantes, nada de sexo-droga-y-rock-and-roll.
Pero es usted una verdadera urbanita.
Amo la ciudad, los ascensores, el microondas. Mi infancia fue la de los campesinos pobres. El campo limitaba mi expansión personal. Mis padres no sabían lo que era hacer vacaciones, porque había que muñir las vacas. Nada de la Arcadia. Nada de Virgilio. Más Pavese que Cátulo. Todavía hoy no siento nostalgia de las hormigas. Y las cigarras me aburren infinitamente. Mi infancia fue humanamente muy feliz, pero en unas condiciones de vida durísimas, frío y nieve en hivierno, un calor abrasador en verano. Mis padres trabajaban todo el día, yo tenía que quedarme a comer con las monjas en la guardería.
Qué le queda de su pueblo?
Toda mi familia. El sentido de mis raíces. Me dio el sentimiento de pertenecer a una tierra. Es por ello por lo que puedo ser una ciudadana del mundo, o al menos, no quiero parecer petulante, una ciudada na europea.
Y entonces decide ir a la Universidad.
Las chicas apenas iban a la Universidad. Hi el liceo que presupone acudir luego a la Facultad con otra chica, éramos dos entre 30 chicos, no era frecuente, no. Me ayudó mi madre: mi hermano pequeño no quería estudiar ni a tiros, convenci a mi madre de que convenciera a mi padre de que si yo estudiaba eso a lo mejor convencía a mi hermano a estudiar también. Funcionó, mi henmano fue al liceo y yo pude ir a Milán.
Y empezó a trabajar.
Hacía trabajos para ayudarme en los estudios, como tanta gente. Estudié inglés, francés y alemán, me licencié en Literatura Inglesa. En Irlanda pegaba sellos a las cartas. En Nueva York, en 1972, vendía zapatos y manejaba el télex de una boutique de moda, Carrano, en la Quinta Avenida. Por la noche iba a la biblioteca de la Columbia, a preparar mi tesis de licenciatura, Malcom X, la no violencia y el poder negro, por influencia de mi profesor de inglés, que nos había hablado mucho de la literatura norteamericana.
Ya tenía el veneno de la política.
No, era un interés más bien literario, quizá social, pero todavía no político.
Acaba la tesis y vuelve a Italia.
Hago suplencias en una escuela. Y me enamoro de un joven ingeniero, muy simpático, quería casarse conmigo, insistía. Me gustaba, aquel chaval. Por suerte para ambos, nunca nos casamos. Veníamos de familias muy puritanas, aunque tolerantes. Un día decidimos hacer el amor. Nos preparamos. Fuimos al ginecólogo, me dijo que yo era estéril. A lo mejor lo era él, pero seguro que yo no: a los tres meses quedé embarazada. Volví al ginecólogo, no estaba preparada para ser madre. Tuve el shock de mi vida cuando me dijo que "matar una vida en flor costaba un millón de liras", palabras textuales. Me acordaré de ese encuentro mientras viva.
Qué hizo?
Hablé con las amigas, pregunté qué se había de hacer. Recalé en Florencia. Un médico me pidió 30.000 liras, lo hice. Me di cuenta de que había que propagar los anticonceptivos Era la primera vez que había una asociación privada que los promocionaba. Me quedé como voluntaria para ayudar a las otras. «Sabía tan poco y podía aconsejar tan poco! Pero muchas mujeres necesitaban más el aborto que las pildoras, ya no habían llegado a tiempo. Las enviaba al centro de Florencia. Hasta que Adele Faccio abrió un centro para el aborto en Milán. Le envié a más de una chica. Era septiembre de 1974. La situación era un poco esquizofrénica: yo me ocupaba de "lo bueno y legal", la contracepción, y ella de "lo malo e ilegal", el aborto. Lo resolví yéndome a trabajar con ella. Adele me explicó las primeras cosas de política. Decía que mantenia el ntro no para resolver el problema del aborto puesto que no podía arreglar el de centenares de miles de personas, me habló de la desobediencia civil, decía que no sólo corria el rie
sgo de ir a la cárcel, sino que quería ir...
Fue.
Sí. En enero de 1975 un importante periódico de extrema derecha, Il Borghese, publicó un artículo escandaloso sobre la clínica abortista de Florencia. La policía detuvo al médico y a unas mujeres. Adele y yo nos habíamos declarado responsables. La arrestaron.
Por qué esta defensa del aborto?
Yo viví el mío como un sentimiento de enorme humillación. Seguí todos los procedimientos, me infonmé, fui al médico. Y al final, ese mismo médico, que se habia equivocado, me miraba de arriba abajo, como si yo fuera una criminal. Yo no era pobre, ni estaba enferma. Simplemente, no me encontraba preparada para afrontar la responsabilidad de tener un hijo.
O sea que fue una decisión estrictamente personal, sin motivos médicos ni económicos
Si. Viviamos entonces los estertores de una hipocresia generalizada. Acababa de vencer el divorcio, en 1974. Las mujeres hablábamos de todo, libremente. Defendía y defiendo la maternidad como una elección libre, la sexualidad como un derecho, mientras no hagas daño al otro. El caso es que Faccio fue arrestada. El secretario del Partido Radical, Gianfranco Spadaccia, lanzó una declaración apoyándonos. También le arrestaron. Fue el único secretario de un partido encarcelado por delito de opinión Ahí nació la gran campaña del Partido Radical para el referéndum sobre el aborto. Yo fui a Francia a buscar alianzas, acababa de aprobarse la ley de Simone Weil. También me encarcelaron, cuatro semanas. Todavía estoy en libertad provisional, aunque no han llegado a procesarme.
Pero si luego se dictó una ley de legalizacion.
Fue batante restrictiva, y sin efectos retroactivos. El caso es que el arresto de Spadaccia generó un gran movimiento de solidaridad de gente de todos los partidos, el movimiento feminista explosionó. En 1976 los radicales presentaron todas sus listas encabezadas por mujeres. Yo fui una de los cuatro elegidos.
Y empezó una carrera política nucleada en torno a la defensa de los derechos individuales.
El Derecho me apasiona. La convivencia únicamente se puede organizar con reglas. Mi libertad sólo limita con la libertad de los otros, no hay crimen si no hay víctima. Estos presupuestos liberales, nada revolucionarios son la base del Partido Radical, el heredero de la cultura liberal de la izquierda italiana.
Se moviliza por las causas perdidas, los temas periféricos: el hambre, el aborto, la pena de muerte, lo nuclear...
Éste ha sido el papel del Partido Radical en Italia: otorgar dignidad política a los problemas sociales olvidados por la política tradicional. Hay un hilo conductor entre estas batallas, es la relación Estado-ciudadano, o ciudadano-política Y este hilo conductor es el Derecho, y la supremacía del Derecho Internacional frente a las razones de Estado.
Pero el Derecho es también la cristalización de unas relaciones de fuerza.
Cuando dispones de una norma, puedes luchar para cambiarla, si estás en desacuerdo con ella y estás dispuesta a asumir riesgos. La ausencia de ley equivale a la ley de la jungla.
Fue esa idea la que aplicó cuando el conílicto pesquero con Canadá.
El acuerdo al que llegamos era el mejor posible en aquella circunstancia. Cierto que con una mayor cohesión de la UE podríamos haber obtenido más en términos de derechos históricos, de cuotas. Pero lo que más me preocupaba era la restauración del Derecho: que Canadá retirase su ley unilateral, liberase el barco secuestrado, restituyese la fianza.
Cree que sus prédicas sobre la pesca se comprenden?
He repetido hasta la saciedad que tenemos demasiadas barcas para demasiado poco pescado, y demasiado pequeño. Los que ocuparon el Northern Horizon, Camaño y Torres, quedaron convencidos: piden tiempo y medidas de acompañamiento social para digerirlo. Se trata de un choque también cultural. A mí me dicen: "Mi abuelo y mi padre eran pescadores, yo lo soy, y quiero que lo sea mi hijo". Yo no tengo nada en contra. Falta un pequeño detalle: los peces. Hace 2.000 años un señor multiplicó panes y peces, pero desde entonces nadie lo ha repetido y yo no sé cómo hacerlo. Creo que los armadores de la flota de altura lo han comprendido. Me preocupan los pescadores de más edad de la flota de bajura: en qué se van a transformar?, cómo se van a reconvertir? Hay un futuro para este sector, pero limitado y con condiciones, respetando unas reglas de conservación. Si estás solo en la barca y te sientes dueño del mar y patrón del universo, es difícil aceptar que no puedes pescar chanquete. Pero sin aceptar reglas se actúa
como pirata, y eso además de injusto es contraproducente.
Cómo traduce su liberalismo al ámbito económico?
Soy liberal, no neoliberal. Para la economía, propugno el "doble binario", escuela pública y escuela privada, sector público y sector privado: es bueno que entren en competencia. Estoy contra la economia de Estado, porque conduce a una política de Estado, y ésta, al final, al monopartidismo. En política, el Estado no debe sobrepasar determinados límites en sus relaciones con el ciudadano.
Vuelve el discurso de la responsabilidad.
Sin responsabilidad no hay libertad; como máximo, anarquía o libertinaje. El Estado existe por dos razones: garantizar unas reglas de convivencia para los ciudadanos y garantizar la atención a las capas sociales más débiles. No existe un derecho al que no le corresponda un deber. Si pretendo para mí el derecho a la vida, es automático que me movilice contra la pena de muerte. El Estado debe informar de los peligros de la droga yo sólo uso una, la nicotina , pero no tiene que traducir ese deber penalmente, no debe llevar a la cárcel al toxicómano. Si defendemos la libertad de opinión para nosotros, cómo aceptar la matanza de Tiananmen?
Muchos no practican ese automatismo, ese compromiso personal.
Quizá no les gusta el dato de fondo, que a cada derecho le corresponde un deber.
Será de izquierdas, pero fue un Gobierno de derechas, el de Silvio Berlusconi, quien le propuso para formar parte de la Comisión Europea.
También podría haberme nombrado un Gobierno de izquierda. La tradición liberal es extraña a los dos grandes partidos italianos, la DC y el PCI. Ocurrió en un contexto no teórico, sino de puesta en cuestión de la práctica partitocrática.
Usted se manifiesta alérgica a las ideologías...
Me bastan algunos ideales. Imagínese si aplicásemos algunos ideales básicos, la solidaridad, los derechos humanos.
Usted es la comisaria europea de Ayuda Humanitaria. Hace bastante la UE en este terreno?
Hacemos muchísimo, los que más, pero nunca hay suficiente. La ayuda humanitaria no debe convertirse en coartada para no asumir responsabilidades políticas. Es la expresión de la Europa solidaria hacia el exterior, pero no es la solución a las crisis políticas, ni en Chechenia, ni en Cuba: puede serlo a las catástrofes naturales.
No constata que tiene unos límites precisos?
Siento un gran orgullo por realizarla, aunque veo los límites. La solución no consiste solamente en que aumentemos la acción humanitaria, sino que también incrementemos la acción política exterior: Europa debe tener una auténtica política exterior. Son dos carreteras paralelas que se entrecruzan, ambas necesarias si queremos ser decentes.
Bosnia evidencia la falta de decisión.
Tras la caída de Srebrenica les dije a los ministros de los Quince: si no queréis proteger las zonas protegidas, hay que evacuarlas. Lo dijo Itzebegovic: hemos llegado al punto en que hay que elegir entre limpieza étnica y asesinato en masa étnico. Si en Zepa les hubiése mos evacuado a todos, hubiese sido una gran victoria desde el punto de vista humanitario y una gran derrota política: fue una derrota desde ambos puntos de vista.
Pasa usted rápidamente de la utopia al realismo.
Realista, por qué no? Hay que saber aprovechar las normas, saber que los procedimientos tienen un final. A veces se acusa de utópicos a quienes pretenden la adhesión de Bosnia a la UE. Pero si ahora Alia Itzebegovic enviase una carta a Bruselas pidiendo la integración en la UE, la Comisión deberia elaborar un informe; éste iría al Consejo, y todos tendrian que definirse. Los procedimientos del Derecho van más allá de las declaraciones altisonantes. Llega un momento en que cada uno debe hacer frente a sus responsabilidades tiene que decir sí o no, mojarse. Es la transparencia de la democracia.
Que se demuestra insuficiente.
Lo que son insuficientes son algunas soluciones. La Fuerza de Reacción Rápida, es fuerte, es rápida? Llega tarde. La solución definitiva es politica, asi que debemos poner en juego todos los mecanismos de la democracia. Admitamos que los bombardeos resuelvan algo. Pero politicamente lo que cuenta es la perspectiva a largo plazo. Y nos guste más o menos, ésa es una parte de Europa. Por qué no dejar establecido que Bosnia tiene los mismos derechos que Eslovenia o Croacia?
Lo piensan, pero no lo dicen: Europa es de base cristiana y Bosnia, musulmana.
Pero no hemos quedado en que la gracia de Europa es que sea multirracial, pluricultural, plurilingüística? El gran sueño de los padres fundadores de Europa fue acabar con la guerra entre nosotros. Acaso no es a esto mismo a lo que nos enfrentamos ahora?
La comunidad internacional opta más bien por la solución diplomática.
Qué esperamos para aislar a Milosevic? La teoria de que Milosevic es el bueno de la pelicula, pero por desgracia no puede controlar a Karadzic, equivale a decir que Hitler era un caballero porque escuchaba a Beethoven, aunque Goering se le desmandase. Acaso la guerra se hace con zumo de naranja? De dónde llega el petróleo para los tanques serbiobosnios? De Belgrado.
Muchos la consideran una rebelde.
No tengo veleidades de transgresora, actúo con normalidad, respeto las instituciones. A una cena no acudo en traje de baño y me quito los zapatos al entrar en una mezquita. He amado la desobediencia civil consciente y responsable, pero nunca la transgresión.