Belgrado, 21 ago (EFE).- La comisaria de Ayuda Humanitaria de la Unión Europea, Emma Bonino, llegó hoy, lunes, a Belgrado para tratar con los representantes de Yugoslavia (Serbia y Montenegro) de la situación de los 153.000 serbocroatas que huyeron a Serbia tras la reconquista croata de Krajina el pasado 4 de agosto. A su llegada al aeropuerto de Belgrado, la comisaria Bonino ha declarado que viene a informarse de las necesidades de los refugiados, a los que supone concentrados en escuelas, y ya ha pedido que sean trasladadas a otros alojamientos.
Ha subrayado que la Unión Europea se opone a que parte de esos refugiados sean enviados a Kosovo "porque crecería la tensión en esa zona".
Kosovo es una zona de Serbia poblada por 200.000 eslavos (serbios y montenegrinos) y 1.700.000 albaneses que exigen, como mínimo, que se les restablezca la autonomía que el Presidente Slobodan Milosevic les abolió en 1989, lo que podría derivar en un alzamiento más cruento que el de hace 6 años.
La semana pasada, unos refugiados serbios de Krajina accionaron el freno de emergencia del tren en el que eran dirigidos a Kosovo y saltaron del mismo, por negarse a vivir una nueva tragedia, tras la de Krajina.
"Yo no me voy de ese Kosovo que me ha tocado vivir (Krajina) al otro Kosovo, el de verdad", comentó a EFE una refugiada de 58 años de edad en las oficinas de la "Alta Comisaría de la ONU para los Refugiados" (ACNUR).
Las organizaciones serbias y albano-kosovares de derechos humanos acusan a las autoridades serbias de tratar de alterar la estructura étnica de Kosovo en beneficio de los eslavos.
La enorme diferencia de natalidad entre los serbios y montenegrinos y los albaneses, que ostentan los índices de crecimiento más altos de Europa, acabará previsiblemente reduciendo a los eslavos a una minoría ínfima dentro de un decenio.
Bonino criticó ayer en Zagreb la política de Croacia, que sigue negándose a asilar a más de 20.000 refugiados musulmanes que huyeron del enclave noroccidental bosnio de Bihac tras la derrota de su líder, el secesionista musulmán Fikret Abdic, ex aliado de los serbios krajineses.
"He exigido a las autoridades croatas que permitan que las organizaciones humanitarias internacionales ayuden a esas personas", declaró la Comisaria, tras visitar el "horrible refugio" en el que se hacinan.
Croacia insiste en que esos 20.000 refugiados regresen a Bosnia, dado que los las autoridades bosnias les garantizan "la seguridad".
Los refugiados no quieren regresar por temor a posibles represalias, ya que muchos de ellos combatieron en las unidades del caudillo local Fikret Abdic, que junto con los serbios de Croacia y de Bosnia luchó contra las tropas gubernamentales bosnias, de mayoría mususlmana.
Abdic se encuentra confinado por los croatas en uno de los mejores hoteles de Zagreb y los observadores consideran que sigue siendo un personaje de reserva, útil en un eventual cambio de coyuntura política.
Comentaristas croatas opinan que el muy popular Abdic, apodado "Babo" (padre) por la población de Bihac, es capaz de catalizar el consenso de la población a quien le vuelva a entronar en su baluarte de Nova Kladusa (Bihac).
En esta guerra en la que los moradores cuentan menos que los territorios, los miles de partidarios de Abdic hoy, como los serbios de Krajina ayer y los musulmanes antes, siguen siendo la "calderilla estratégica" de los líderes.
Según Bonino, los 20.000 fugitivos, partidarios de Abdic, han encontrado refugio en un valle de 5 kilómetros de largo, al borde de un bosque, pero sus ya difíciles condiciones de vida se han agravado tras las últimas tormentas en la zona.
"Los días pasados se restringía el acceso a esos refugiados, pero desde hace dos días se prohibe visitarlos", declaró Bonino.
Croacia ha declarado que cumplirá el acuerdo firmado con el Gobierno de Sarajevo y con el propio Abdic, por el que los refugiados tienen que regresar a Bosnia, donde temen ser recibidos como "traidores" y proserbios.
"No podemos permitir que se les presione, tengo la fuerte impresión de que tienen miedo y que por eso no quieren regresar", comentó Bonino.