Belgrado, 22 ago (EFE).- El Gobierno de Serbia se negó, hoy, martes, a recibir a Emma Bonino, comisaria europea de Ayuda Humanitaria, en lo que parece ser un desplante por las declaraciones que hizo ayer sobre Kosovo.

La comisaria de Ayuda Humanitaria manifestó ayer que la Unión Europea se oponía a que las autoridades serbias repoblaran con los refugiados serbios de Krajina la zona de Kosovo,de mayoría albanesa, a la que Serbia suprimió en 1989 la autonomía.

Emma Bonino viajó a Belgrado para informarse de las necesidades de los más de 150.000 refugiados serbios que huyeron a Serbia tras la reconquista croata de Krajina el pasado 4 de agosto.

"Estoy muy sorprendida, es la primera vez que me ocurre algo asi en mis numerosas misiones humanitarias. El Gobierno serbio ha anulado dos citas conmigo. Venía a ver con detalle lo que los refugiados necesitarán durante meses, tras una primera ayuda de emergencia", ha declarado a EFE Bonino.

La comisaria ha señalado que no quiere interferir en los asuntos internos de Serbia, pero que no considera que sea lo más adecuado enviar al conflictivo Kosovo gente que busca refugio de una guerra.

El número de refugiados que se ha instalado en Kosovo es muy reducido, 3.600 de un total de más de 150.000 que han ido a parar a zonas fértiles de Serbia.

La representante europea ha negado que los musulmanes y los croatas estén recibiendo más ayuda humanitaria que los serbios, aunque las apariencias lo sugieran.

"Lo que ocurre es que un refugiado en Bosnia, debido a la guerra, sale muy caro, mientras que los problemas de uno en Serbia pueden atenderse igual por menos dinero, dado que no existen los problemas de transporte, logística y riesgo que una guerra plantea", ha explicado Bonino.

Ha insistido en que, para la Unión Europea, "un refugiado no tiene color, étnia ni religión, es una persona que necesita ayuda".

Según ella, es "verdaderamente peligrosa" la situación de los 20.000 musulmanes proserbios de Bihac, que se hacinan en un tramo de la carretera de Vojnic, del lado croata de la frontera con Bosnia, tras haber sido derrotados a raiz de la ofensiva croato-musulmana del 4 de agosto.

Ya se han detectado 400 casos de diarrea entre elos y el peligro de epidemia "es inminente", pero Croacia sigue sin dar muestras de querer asilar a esos musulmanes eslavos derrotados por el Gobierno central bosnio, explicó la comisaria.

Respecto a las afirmaciones del Gobierno de la nueva Yugoslavia (Serbia y Montenegro) de que, tras la retirada de Krajina, no hay rastro de 10.000 fugitivos serbios, Emma Bonino ha declarado que no tiene información al respecto, pero ha asegurado que la Cruz Roja Internacional está investigando los rumores de que unos 4.000 se hallan concentrados en torno a un motel de Lipovac, en Croacia.

No se excluye la posibilidad de que intenten regresar a Krajina (Croacia), donde lo han dejado todo, tras haber recibido orden de sus militares de marchar hacia Bosnia y Serbia.

Algunos observadores serbios consideran que este éxodo masivo hacia Serbia ha sido un intento de desestabilizar el régimen del Presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, acusado de "traición" a la causa panserbia.