Madrid, 20 nov (EFE).- La comisaria de la Unión Europea (UE) Emma Bonino pidió hoy en Madrid que los países de la Unión se impliquen políticamente en los conflictos internacionales e instó a que comiencen este papel tomando medidas preventivas. En una ardorosa intervención en el Club Siglo XXI -foro independiente de debate político- sobre "Problemas y perspectivas de la ayuda humanitaria", Bonino expresó que, aparte de que la UE siga prestando su apoyo para salvar vidas, debe empezar a redefinir su política de seguridad y saber "si está capacitada para hacer el uso de la fuerza" en casos como los de la antigua Yugoslavia o Ruanda. La comisaria, responsable de Agricultura, Pesca, Alimentación y Consumo y de Ayuda Humanitaria, afirmó que en la conferencia de la UE que sobre ayuda humanitaria se celebrará en Madrid el próximo 14 de diciembre, auspiciada por España, "habrá que reflexionar para buscar soluciones a las guerras que están generando enormes tragedias que arrojan cifras de 2.300.000 refugiados en Ruan
da o 3.600.000 en Bosnia". La opinión de Bonino es que, como primer paso, la UE debe intervenir como mediadora en cuanto surjan situaciones que puedan derivar en enfrentamientos bélicos y, luego, en caso de que estos se produzcan, aplicar unas líneas de actuación claras para decidir si interviene mediante el uso de la fuerza. Consideró muy importante la próxima "cumbre" de diciembre en Madrid, a la que, dijo, va a asistir además Estados Unidos que, "a diferencia de la Unión -afirmó- tiene una posición política definida y la impone cuando las partes beligerantes chantajean y usan las ayudas como arma de guerra". Bonino, quien bromeó porque asegura que en España se la conoce como la "señora de la pesca" cuando "llevo otros asuntos tan importantes como el Consumo y la Ayuda Humanitaria en la Unión Europea", dijo que se sentía "feliz de poder, por fin, hablar en este país de las penurias que hay que arreglar en el mundo", y explicó cómo funciona la Oficina Europea Comunitaria (ECHO). Indicó que este departamento
, en el año 1994, ha empleado en ayudas 764 millones de ecus (1.063 millones de dólares), frente a los 600 asignados en 1993, y confesó que tiene "miedo a que esta cifra ya no pueda ser superada por la UE, o ni siquiera asignada en un futuro muy cercano" "Tengo miedo de que los Gobiernos, la opinión pública, el voluntariado se canse. Hemos alcanzado el límite de apoyos más de lo que se puede tolerar en Bosnia y Ruanda. Empieza a notarse un cansancio que lleva siempre a una enfermedad, y esta enfermedad es contagiosa". "Este tedio y desesperación se produce -refirió- cuando se está peleando por aportar apoyos, enseres, medicinas y, ver, como ha ocurrido en la ex Yugoslavia a lo largo de los cuatro años de guerra, que entre el 20 y 30 por ciento de las ayudas no ha llegado a las víctimas". La comisaria reconoció que la UE es un proyecto nuevo en la Historia, que no tiene precedentes, ni modelos para seguir y que ya es algo que "Europa exista y que no haya habido guerras entre esos quince países tan diferentes
en 40 años, cuando este continente ha sido uno de los más guerreros de la Historia". "Pero yo no quiero una Unión Europea sólo de intercambios económicos, moneda común o transacciones comerciales, quiero una comunidad humana, que continúe ayudando a salvar vidas, mientras construimos un elemento de prevención eficaz contra las guerras".