Bruselas, 22 dic (EFE).- España dispondrá de una cuota de 7.400 toneladas de fletán negro en 1996 en las aguas internacionales de la Organización Pesquera del Atlántico Noroeste (NAFO) tras el acuerdo alcanzado hoy, viernes, por los ministros de Pesca de la Unión Europea (UE). La cantidad española corresponde al 67,5 por ciento de la cuota de 11.050 toneladas a que tiene derecho la UE en dichas aguas, según el acuerdo firmado el pasado mes de mayo con Canadá. Portugal, que votó en contra del acuerdo por considerarlo "insuficiente", accederá a 3.100 toneladas (28,5 por ciento) y Alemania a 550 toneladas (4 por ciento). El compromiso evita, a pesar de la protesta de Portugal, el estallido de una nueva "guerra del fletán" el año próximo, aunque en esta ocasión entre los propios países comunitarios en vez de con Canadá. La cuota de 11.050 toneladas se acordó con este país tras el enfrentamiento de varios meses que mantuvo con la flota comunitaria, principalmente del puerto español de Vigo y portuguesa, que faena
ba en esas aguas. Dicho enfrentamiento concluyó con una drástica reducción de las cuotas que tenían estos barcos para pescar en la zona. España, Portugal y Alemania reclamaban "derechos históricos" para pescar en esas aguas, colindantes con las 200 millas canadienses y que gestiona la NAFO. La comisaria europea de Pesca, Emma Bonino, había propuesto un reparto que concedía a España un 68,8 por ciento (7.616 toneladas) de la cuota, a Portugal un 28,2 por ciento (3.122 toneladas) y a Alemania el 3 por ciento restante (332 toneladas). Los tres países se vieron obligados a llegar al acuerdo tras decretarse que los barcos no tendrían cobertura jurídica para salir a faenar si no había un reparto de la cuota. Así lo destacó el ministro de Pesca español, Luis Atienza, para el que la cuota, aunque inferior a las aspiraciones españolas, "garantiza estabilidad para todo el año y la continuidad del trabajo pues los barcos podrán continuar faenando a partir del próximo 1 de enero". España pedía el 80 por ciento, Portugal
el 50 por ciento y Alemania el 15 por ciento, aunque sus barcos no iban a esas aguas desde 1990 y se trata de una pesquería más reciente desarrollada con una tecnología especial para pescar a más de 1.000 metros de profundidad. No obstante en el reparto entre los tres países primaron más criterios políticos que históricos teniendo en cuenta la situación socioeconómica de cada flota, aseguraron fuentes comunitarias.