Bruselas, 30 mar (EFE).- La Comisión Europea ha iniciado una investigación para estudiar la relación entre el virus que produce la enfermedad de las "vacas locas" y los productos cosméticos preparados a partir de tejidos de animales susceptibles de estar contaminados. La comisaria responsable de Consumidores, la italiana Emma Bonino,reunió el viernes, en Bruselas, al Comité Científico Cosmético para redactar una lista de productos que pueden contener el virus que causa la encefalopatía espongiforme bovina. Este Comité y el Grupo de Trabajo sobre productos cosméticos, del que forman parte los Estados miembros, la industria cosmética y los consumidores, decidieron como primera medida "recomendar la no utilización de cosméticos que estén fabricados con sustancias de origen animal", según fuentes comunitarias. Bonino señaló que las asociaciones de la industria cosmética le habían asegurado que desde 1991, cuando se detectaron los primeros casos de "vacas locas", se había "tenido cuidado con los productosprovenientes de países donde la enfermedad se hubiera manifestado". Fuentes comunitarias señalaron a EFE que estas medidas, que son consideradas como "recomendaciones", se evaluarán durante las próximas semanas al mismo tiempo que la evolución que presente la enfermedad de las "vacas locas". La industria cosmética ha confirmado su intención de pedir a sus miembros asociados la retirada provisional del mercado de todos producto cosmético que pueda llevar en su composición ingredientes susceptibles de estar contaminados con el virus mencionado. En este sentido, las primeras observaciones apuntan a que el cerebro, los ojos y los tejidos nerviosos de las reses pueden presentar un riesgo potencial de contaminación. La decisión del Ejecutivo comunitario de prohibir hasta nueva orden todas las exportaciones británicas de carne de bovino y productos derivados ha puesto en guardia a todos los estamentos comunitarios para intentar resolver la llamada "crisis de las vacas locas". El Comité Veterinario confi
rmó el pasado día 26 su recomendación de prohibir las exportaciones de carne y derivados del Reino Unido, tras escuchar las explicaciones que expusieron tres científicos británicos expresamente enviados por el primer ministro, John Major. Tras las razones expuestas por los británicos, los expertos veterinarios de la UE ni siquiera necesitaron volver a votar la propuesta para ratificarse en su decisión de recomendar un cordón sanitario con el fin de proteger a los consumidores europeos de la carne de vacuno británica. Dentro de seis semanas, plazo para una nueva reunión del Comité Veterinario, Londres tendrá que presentar pruebas en Bruselas que demuestren que no hay conexión entre la enfermedad de las "vacas locas" y la Creutzfeldt-Jacob en las personas, o bien realizar un plan serio de erradicación del virus. Aunque la recomendación del Comité no obliga al Reino Unido a presentar dicho plan ni a sacrificar a las vacas, Londres debe informar cada quince días sobre como está controlando la enfermedad.
Como ha sucedido con otros países y con otras enfermedades animales que no suponían riesgo para las personas (peste porcina), el país afectado negocia un plan para eliminar la epidemia con la Comisión Europea en Bruselas y luego lo discute con el resto de los socios comunitarios en el seno del Comité Veterinario.