Estrasburgo (Francia), 8 abr (EFE).- El Parlamento Europeo (PE) criticó hoy, martes, el retraso hasta el 2000 de la prohibición de la experimentación con animales para probar cosméticos, debido a la falta de desarrollo de métodos alternativos. En una resolución sobre ese tema, el parlamento de Estrasburgo denunció que la Comisión Europea haya sido incapaz de fomentar dichos métodos y se tenga que demorar dos años la prohibición de comercializar cosméticos cuyos ingredientes se hayan probado en cobayas, que estaba prevista a partir del 1 de enero de 1998. El pleno del PE exigió que el retraso no sea superior a dos años y criticó que una de sus causas haya sido la necesidad de una validación científica de nuevos métodos de experimentación para garantizar la protección del consumidor, a pesar de que la mayoría de las pruebas con animales utilizadas actualmente nunca han sido validadas. Los eurodiputados señalaron en la resolución que si de ahora al año 2000 no se han desarrollado métodos alternativos, debería o
bligarse a la industria a recurrir a los 8.000 ingredientes disponibles en la actualidad para elaborar sus productos. La Comisión Europea defendió el aplazamiento de la prohibición de la experimentación animal con el argumento de que los nuevos métodos no garantizan al cien por cien la inocuidad de los productos cosméticos. La comisaria europea de Política de Consumo, Emma Bonino, dijo que estaba en juego la seguridad de los consumidores cuando el uso de animales para ensayar cosméticos sólo representa el 0,03 por ciento de todos los experimentos que se hacen con cobayas. Los eurodiputados también criticaron que el Ejecutivo comunitario no haya proporcionado cifras y datos sobre las experimentaciones de productos cosméticos que se hacen con animales en la UE. Tan sólo se sabe que en 1995, ocho países (Italia, Reino Unido, Bélgica, Irlanda, Suecia, Finlandia, Luxemburgo y Alemania) declararon que no habían realizado este tipo de prácticas, mientras que otros como Francia y Austria han reconocido su utilizació
n sin suministrar públicamente los datos.