Bruselas - La Comisión Europea y las autoridades británicas estudian soluciones al conflicto en torno a la pesca en aguas del Reino Unido por barcos españoles matriculados en ese país, informó hoy, miércoles, el portavoz de la comisaria de Pesca, Emma Bonino. Una de las medidas que estudia el Ejecutivo comunitario es imponer el desembarco obligatorio en las costas británicas de parte de las capturas realizadas por los barcos que se benefician de las cuotas británicas (españoles principalmente, además de holandeses y belgas). Esa medida, no obstante, se aplicaría a toda la flota del Reino Unido, "con el fin de evitar un trato discriminatorio" de los navíos con pabellón británico que son propiedad de armadores de otros países comunitarios, indicó el portavoz. El ministro británico de Pesca, Jack Cunningham, mantuvo ayer un encuentro con Bonino para tratar ese asunto. El Reino Unido mantiene desde hace años un fuerte pulso con España tras la compra, por parte de armadores españoles, de barcos con pabellón britá

nico, lo que les permite explotar parte de la cuota de ese país en aguas comunitarias. La Comisión considera que el desembarco obligatorio de un porcentaje de las capturas respondería a las sentencias emitidas por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE) en la materia. "La Comisión y el Reino Unido tratan así de buscar instrumentos legales que pongan fin al largo conflicto entre España y el Reino Unido", añadió el portavoz. Destacó que el nuevo Gobierno británico ha cambiado de talante y ahora quiere resolver el contencioso, frente a la actitud del anterior Gobierno conservador, que "prefería no lograr una solución para alimentar así sus tesis euroescépticas". Fuentes diplomáticas españolas también acogieron favorablemente la nueva actitud del Reino Unido, pero señalaron que "se mantienen prudentes" frente a las medidas que estudia el Ejecutivo comunitario con ese país. Indicaron cierto "temor" a que el Ejecutivo europeo intente acabar con el problema a través de medidas que podrían ser contrarias a

"las libertades del mercado interior". Otra delas iniciativas barajadas por las autoridades comunitarias para acabar con el contencioso es obligar a los barcos de propiedad no británica a emplear a un capitán de habla inglesa y a que dicho capitán esté siempre a bordo. Según el portavoz, se podría también extender a toda la tripulación del barco la seguridad social británica. La Comisión, por otra parte, insta además a las autoridades del Reino Unido a que impulsen su programa de desguace de barcos cofinanciado con fondos comunitarios, ya que hasta hace un año y medio apenas funcionó, debido a la carencia de recursos nacionales. Esa laguna fue la que provocó que muchos armadores vendieran sus barcos a la flota española, ante la imposibilidad de obtener una adecuada remuneración por el desguace de sus navíos, indicó el portavoz.