EMMA BONINO * Comisaria europea

RBagdad tortura y tiene prisioneros de guerra-

X. V.-F. , Bagdad

La comisaria europea de Ayuda Humanitaria, Emma Bonino, es la primera personalidad internacional en visitar un Irak completamente bloqueado desde la guerra del Golfo, para coordinar la contribuci¢n humanitaria europea. Partidaria de suavizar el embargo, exige a Bagdad el respeto a los derechos humanos.

"Está cumpliendo Irak los compromisos imprescindibles para el levantamiento del embargo?

El viceprimer ministro, Tarek Aziz, me ha pedido que le ayudemos a ello. Me ha asegurado que han cumplido casi todos sus deberes sobre armamento (transparencia para su control y eliminaci¢n de las armas de destrucci¢n masiva). Ha reconocido que queda pendiente alguna cosa (las armas bacteriol¢gicas), pero asegurando que se trataba de algo marginal y que tienen todo el interés en cumplir para que se levante el embargo. Pero aunque aduzca que es marginal, lo importante es que ha reconocido que les faltan asignaturas que aprobar.

"Qué le ha respondido?

Que para bailar un tango se necesita siempre que dos lo quieran. Que deben completar la eliminaci¢n de las armas de destrucci¢n masiva. Y que, además, hay dos factores muy importantes para nosotros, la UE: el completo respeto a los derechos humanos y la total cooperaci¢n con las Naciones Unidas en la aplicaci¢n de su carta fundacional.

No parece que Bagdad albergue una voluntad democratizadora.

A£n se registran torturas y desapariciones. Y se mantienen prisioneros de guerra (desde la invasi¢n del emirato, en 1991, hay 605 prisioneros kuwait«es en las cárceles iraqu«es, aunque sus autoridades lo desmienten). Le he recordado, y se lo he repetido varias veces, que avanzar en estos ámbitos está completamente en sus manos. Y que si quieren demostrar voluntad de hacerlo, disponen de una inmejorable ocasi¢n antes del 8 de septiembre, cuando se re£ne en Ginebra la Comisi¢n de Derechos Humanos.

"Considera eficaz el arma del embargo?

La comunidad internacional todav«a no ha decidido una f¢rmula £nica para hacer caer a los dictadores. Se han ensayado muchas: complots, asesinatos, diálogos cr«ticos, embargos, tribunales contra los criminales de guerra..., cualquiera antes que la intervenci¢n militar (en este caso, otra intervenci¢n), que se es reticente a emplear. La aplicaci¢n de sanciones quizá debe decidirse pragmáticamente, caso por caso. Tiene un aspecto negativo: duplica el sufrimiento de la poblaci¢n, ya sujeta a la dictadura. Como nunca se ha encontrado la soluci¢n perfecta, vale la pena empeñarse en el desarrollo de la resoluci¢n 986. Es un modelo £nico en la historia: mantiene el embargo, pero suaviza sus efectos en la poblaci¢n. E incluye un mecanismo magn«fico, los 150 observadores internacionales, que controlan la distribuci¢n de la ayuda humanitaria. Tienen contacto con el pueblo, ante el que evidencian el apoyo de la comunidad internacional. Además el Gobierno se siente presionado, porque sabe que cuando das de comer a la ge

nte es muy dif«cil interrumpir el flujo. Provocar eso recaer«a sobre él.