SESIN DEL JUEVES, 14 DE ENERO DE 1999
Deslocalización de Xerox
Marín, vicepresidente de la Comisión . - Señora Presidenta, me gustaría empezar diciendo que comprendo perfectamente, en nombre de la Comisión, los problemas de las regiones que pierden puestos de trabajo en beneficio de otras partes de la Comunidad. Afortunadamente, estos casos son todavía relativamente raros dentro de la Unión Europea y, desde luego, aquí se produce lo que ustedes acaban de señalar. Los nuevos puestos de trabajo que se crean en algunas regiones que reciben la inversión son bienvenidos, ya que esto supone un incremento de puestos de trabajo. Pero, sin embargo, dichos estos elementos positivos, tampoco podemos desviar nuestra atención de los efectos dolorosos que se producen en las regiones donde se pierden puestos de trabajo. En consecuencia, se trata de un equilibrio muy difícil.
La repercusión social de las deslocalizaciones puede agravarse si previamente no se consulta de forma adecuada a los trabajadores o a sus representantes. Y, precisamente para aliviar los efectos sociales negativos que a menudo tienen las restructuraciones empresariales, la Unión Europea se dotó de varios instrumentos legales, encaminados a garantizar que este tipo de operaciones se lleve a cabo en un clima social aceptable y se tomen en consideración debidamente los intereses de los posibles afectados. A este respecto, quiero comunicarles que los servicios de la Comisión están averiguando si Xerox ha cumplido la normativa comunitaria y la normativa nacional en esta materia.
A la hora de examinar los casos de deslocalización no hay que exagerar la influencia de las ayudas en las decisiones de las empresas. Puede que las ayudas influyan en la elección del nuevo emplazamiento, pero no influyen necesariamente en la decisión de cerrar o reducir las instalaciones existentes. Este tema, sin embargo, ha sido debatido en los dos últimos Consejos de Industria y, en ambas ocasiones, la Comisión ya explicó las medidas que se han tomado para reducir los incentivos que los Estados miembros pueden ofrecer a las empresas para que se desplacen de un lugar a otro. Se las voy a resumir telegráficamente:
Primero: en las nuevas directrices de diciembre de 1997, la Comisión ha reducido los niveles de ayuda regional que los Estados miembros pueden conceder. Dichas directrices entrarán en vigor a finales de 1999.
Segundo: las recientes directrices multisectoriales sobre ayudas regionales a grandes proyectos de inversión pueden reducir aún más los niveles de ayuda de los grandes proyectos.
Tercero: se ha introducido en las directrices sobre ayudas regionales y en la normativa sobre los Fondos estructurales una cláusula de durabilidad, según la cual las inversiones que han recibido una ayuda han de mantenerse durante cinco años.
Cuarto: la Comisión también ha adoptado una nueva comunicación sobre las ayudas fiscales en las que se explica cómo se aplican las normas sobre ayudas estatales a los incentivos fiscales.
Quinto: aspecto de especial importancia en este caso, la Comisión ha tomado medidas para suprimir los elementos de ayuda estatal existentes en el impuesto de sociedades irlandés.
En lo que se refiere a la cuestión concreta de la financiación comunitaria, sería útil que el Parlamento supiera que, desde el 1 de enero de 1998, el Fondo Europeo de Desarrollo Regional ya no presta apoyo al régimen de inversión local en Irlanda. En consecuencia, no ha habido intervención del Fondo Europeo de Desarrollo Regional desde 1998 en Irlanda. Esta decisión se tomó para racionalizar la ayuda comunitaria al sector productivo irlandés, pero también porque se estimó que este programa no debía seguir recibiendo ayuda comunitaria dado, precisamente, el avanzado estado de desarrollo de la economía irlandesa.
Por tanto, toda nueva ayuda en favor de la nueva planta de Xerox en Duncalk no ha sido cofinanciada por el FEDER, ni tampoco ha recibido ayudas del Fondo Social Europeo.